Illa fija como objetivo que Cataluña vuelva a «liderar económicamente España»

Alcanzó la presidencia de la Generalitat prometiendo poner fin a la «década perdida» que a su juicio fue la del 'procés'. El líder del PSC ganó las elecciones catalanas, con 42 escaños, siete más que Junts. Venció con claridad, pero muy lejos de una mayoría cómoda. Los socialistas pactaron la investidura con ERC y los comunes. El acuerdo con los republicanos incluyó un nuevo modelo de financiación para Cataluña, «singular», que Esquerra presentó como un concierto económico. El modelo catalán ha encendido el debate sobre la financiación autonómica en toda España. El PP acusa a los socialistas de aceptar un «cuponazo separatista». En las filas del PSOE también hay voces críticas, como la del presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García Page, que tras reunirse con Pedro Sánchez afirmó que la riqueza de Cataluña no es de los catalanes, es de todos los españoles.

Illa ha defendido el pacto suscrito con ERC y se ha comprometido a ponerlo en marcha en los términos del acuerdo. «Costará», ha dicho. Lo ha calificado de «ambicioso», ha señalado que su ejecutivo ya está trabajando en él y que «no va contra nadie». «Es justo», ha asegurado, «respetuoso» y según el presidente de la Generalitat favorecerá el crecimiento económico tanto de Cataluña como del conjunto de España. El nuevo presidente catalán (fue investido hace dos meses) se propone «hacer pedagogía» por toda España para presentar la financiación singular en diferentes reuniones con presidentes autonómicos. En este punto, ha visto posibles puntos de coincidencia con otras autonomías, pues «no he escuchado a ningún dirigente de ninguna comunidad autónoma decir que no quiere reformar la financiación y nadie dice que esté conforme con lo que tiene».

El líder del PSC ha abierto este martes el debate de política general, su primer discurso ante la Cámara y el primero que defiende un presidente catalán desde 2010 en el que no habla de la autodeterminación como objetivo prioritario de su mandato. «Cataluña ha avanzado cuando ha compartido esperanzas con España», ha expresado. El dirigente del PSC habla de un Govern con los pies en el suelo y aferrado a la realidad, marcando distancias de sus antecesores, que situaban como objetivo la independencia de Cataluña, un reto de «fantasía», según el exministro de Sanidad.

En el objetivo de un Govern realista y centrado en la gestión, el jefe del Ejecutivo catalán ha fijado la vivienda como una de sus prioridades. La Generalitat, ha anunciado, invertirá 1.100 millones anuales en los próximos cuatro años con el propósito de construir 50.000 pisos públicos antes de 2030. «No hay excusas», ha proclamado. «No habrá ninguna comunidad que invierta tanto dinero en materia de vivienda», ha señalado. La hoja de ruta del Govern en vivienda pasa por poner en el mercado todo el suelo público disponible, acelerar los plazos de ejecución, fomentar un aumento de la colaboración público-privada y poner sobre la mesa más ayudas para el acceso a la vivienda.

Illa cuenta con ERC y con los comunes para aprobar los Presupuestos catalanes, pero ha extendido la mano a Junts para llegar a acuerdos amplios como la reforma de la sanidad, la defensa del catalán o grandes infraestructuras. Ha admitido que tiene una mayoría muy corta para gobernar, por lo que es consciente de que tendrá que ceder con ERC y los comunes. Y también con Junts, que por la vía de la presión al Gobierno puede condicionar las políticas del Govern: tanto en lo que se refiere a la financiación como en materia de inmigración.