El Govern y la cúpula judicial pasan página a «años de ruido» y escenifican la normalización de sus relaciones

La cúpula judicial le ha devuelto este jueves la visita al presidente de la Generalitat a un acto en el que se ha distinguido a personalidades del mundo jurídico y ambas instituciones han cerrado una década de fuertes disputas. El independentismo situó a los jueces en el centro de la diana, al acusar al poder judicial de hacer política para atacar al secesionismo y de practicar el 'law fare', con sentencias y condenas injustas. En algunos sectores, como Junts, aún se habla de la «toga nostra» para descalificar a los jueces, como integrantes de una mafia. Los nacionalistas se han manifestado infinidad de veces frente al palacio de justicia de Barcelona y han presionado a jueces y fiscales. Illa y Barrientos han solemnizado la normalización de las relaciones y se han conjurado para «dejar atrás años particulares, singulares y de mucho ruido» y dar paso a «unos años de colaboración plena» para que se pueda «proporcionar un servicio público de justicia eficiente, moderno y a la altura de lo que nos piden los ciudadanos», según ha asegurado el líder socialista.

Illa ha reivindicado «instituciones fuertes». «No hay ninguna sociedad que pueda funcionar sin unas buenas instituciones, con profesionales que tengan vocación de servirlas» . En este sentido, ha reclamado «vocaciones» en el ámbito de la justicia y ha mostrado el compromiso del Govern con la institución de la justicia y la voluntad de «procurar todos los medios» para garantizar su buen funcionamiento.

El pasado mes de octubre, Barrientos, que dejará en breve su puesto como presidente del TSJC, agradeció a Illa su presencia en la inauguración del año judicial y reseñó que «no se debería haber perdido la institucionalidad». A su entender la crítica de resoluciones judiciales es legítima, pero no lo es la descalificación o insultar, pues puede «socavar la confianza de la sociedad en sus jueces», que es «lo que buscan quienes utilizan la insidia para debilitar las instituciones democráticas».