El Gobierno apela al «sentido de Estado» de todos para reeditar los Pactos de la Moncloa

Dos veces ha lanzado el Gobierno la oferta de alcanzar unos pactos transversales para restañar el zarpazo económico de la pandemia. Primero lo hizo José Luis Ábalos y el sábado la reiteró Sánchez. En ambas ocasiones el silencio fue la respuesta, con la excepción receptiva de Ciudadanos. El ministro y secretario de Organización del PSOE volvió a la carga con el argumento del «sentido de Estado» que deberían tener las fuerzas políticas para responder ante este «momento singular de la historia de nuestro país».

Ábalos cargó de solemnidad sus palabras y apeló a la unidad de los partidos porque los ciudadanos «necesitan vernos a los políticos trabajando hombro con hombro» para hacer frente «al mayor desafío» del último siglo. El referente, añadió, son los Pactos de la Moncloa firmados hace 43 años, que sacaron a la economía del marasmo heredado de la dictadura y sentaron las bases políticas de la Transición. «Debemos -subrayó- estar a la altura de aquel ejemplo de aquellas renuncias y aquella colaboración reeditando un pacto similar»

El Gobierno invitó a todos a sumarse al acuerdo, pero dio por hecho que Vox se quedará al margen y puso muy en duda que las fuerzas independentistas vayan a colaborar porque si bien los nacionalistas participaron en los pactos de 1977, «tenían otro carácter». El PNV y Convergència, precisó, eran nacionalistas, no independentistas.

Por ahora, los nacionalistas vascos desconfían, pero no han cerrado la puerta. Esperan a ver qué propuesta maneja el Gobierno, y decidirán. El Gobierno catalán también dice que aguarda a conocer los detalles. «Si se trata de un pacto para relanzar la economía y el presidente del Gobierno quiere hacerlo con lealtad, cooperación y de forma concertada con Cataluña, lo estudiaremos», dijo hoy la portavoz Meritxell Budó. Pero a continuación advirtió de que si es «para recentralizar no nos encontrará».

En el PP también reina el recelo, y ese sí es el gran problema del Gobierno porque los populares son una pieza fundamental en el acuerdo. Pablo Casado alertó hoy en una reunión por videoconferencia con su grupo parlamentario del «peligro» de que la oferta gubernamental «conlleve un cambio de régimen encubierto». El líder de la oposición duda además de «la sinceridad» de Sánchez, y más bien sospecha que trata de tender «señuelos para no rendir cuentas», o busca «mutualizar» los errores cometidos en la gestión de la crisis cuando «nunca ha contado» con el PP para la toma de decisiones.

El Gobierno solo ha encontrado cierta complicidad en Ciudadanos, tras el cambio estratégico de este partido con la crisis sanitaria. Inés Arrimadas emplazó ayer a Sánchez a que apruebe mañana en el Consejo de Ministros un documento que sirva de base para reeditar los Pactos de la Moncloa y que se debata en el pleno del Congreso del jueves.

Pero el Ejecutivo no tiene de momento más que una declaración de intenciones, no cuenta con una propuesta. Solo ha detectado que es necesaria la unidad de todas las fuerzas políticas para adoptar una serie de medidas transcendentales y, posiblemente, impopulares para la reactivación de la economía.