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Cuando Alberto Núñez Feijóo se echó este domingo a las calles de Ferrol para participar en la campaña de las elecciones gallegas del próximo domingo ya era demasiado tarde para frenar la polémica. De poco sirvió su contundente mensaje de que no se plantea ni ... una amnistía para los acusados del 'próces' ni tampoco un indulto para Carles Puigdemont. Ni ahora ni en el futuro. El debate generado horas antes a raíz de hacerse pública una información en la que se situaba a los populares en la órbita de un posible indulto al expresident catalán resultaba ya imposible de aplacar.
Fue el viernes por la tarde cuando, en una comida informal del presidente del PP con periodistas, fuentes populares explicaron que Junts le ofreció en verano al PP votar a favor de la investidura de Feijóo si aceptaba la amnistía; Génova, según estas fuentes, estudió la oferta y la rechazó en 24 horas por «inconstitucional». Además, en dicho encuentro también se dijo que será difícil que se demuestre judicialmente la acusación de terrorismo contra el expresident catalán y que si Feijóo llega a la Moncloa no se cierra a un indulto al líder independentista si este se somete a la Justicia y a la Constitución.
Un misil lanzado solo ocho días antes de la cita electoral de las elecciones gallegas que marcará, muy probablemente, el tiempo que transcurra hasta las europeas del próximo junio. Un día antes de esa reunión con periodistas, cuando la votación abrumadora de la Junta de Fiscales del Supremo se inclinó por investigar a Puigdemont por terrorismo, el líder de Junts publicó una carta abierta en la que arremetía contra el PP, argumentando que si Junts hubiera apoyado la investidura de Feijóo los jueces no estarían actuando de esa manera. Y amenazaba: «Todo se sabrá».
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En Génova dicen estar muy tranquilos, que no hay nada que que temer ni ocultar. Pero la realidad es que horas después de la advertencia de Puigdemont, los populares desvelaron por primera vez que la amnistía estuvo encima de la mesa en las conversaciones de verano con Junts. Este domingo, en cambio, el PP recuperó el argumentario desplegado contra la Moncloa desde el 23-J, al asegurar que, a pesar de la controversia generada, esto solo prueba el nerviosismo del PSOE respecto a sus relaciones con Junts, quien tiene la sartén por el mango en la actual legislatura. Aunque la realidad es que las informaciones apuntando a esa posibilidad de la medida de gracia resultaron tan incendiarias que fueron varios los dirigentes del PP –que la misma madrugada del domingo también difundió un mensaje negando la mayor– los que salieron al paso a matizar lo publicado. El primero, Feijóo. «Voy a ser lo suficientemente contundente: yo he dicho que no, dije que no y sigo diciendo que no a cualquier amnistía», empezó diciendo ayer en Ferrol, porque esta medida de gracia, argumentó, «es ilegal, inconstitucional y rompe el principio de igualdad de todos los españoles».
A juicio del líder popular –que por la tarde estuvo en un acto en Outerio de Rei–, la polémica respecto a su posición con Junts responde a un intento de la Moncloa por «embarrar» la campaña electoral ante los comicios gallegos, donde Génova aspira a reeditar la quinta mayoría absoluta consecutiva –la primera sin Feijóo y con Alfonso Rueda al frente–. «Si el independentismo quiere amnistía ya tiene al señor Sánchez para que se la dé», dijo Feijóo.
Y en la misma línea se manifestó Miguel Tellado, portavoz parlamentario de los populares, que acompañó al presidente de la formación por Ferrol por la mañana. «Pronto se vota y el PSOE intenta manipular para que las urnas no le den otro baño de realidad. Ni amnistía ni indultos», explicó el número tres del partido.
El Gobierno, por su parte, que ve una oportunidad de agrietar el discurso sobre el que los populares han construido toda su estrategia de oposición, salió ayer en tromba para arremeter contra el expresidente de la Junta de Galicia. «La noche de los Goya el PP y Feijóo nos cuentan que su oposición apocalíptica a la amnistía es solo una interpretación, que saben que no hubo terrorismo y quieren la reconciliación y los indultos. ¿Pedirán perdón por las barbaridades que nos han dicho?», escribió la misma noche del sábado el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, principal artífice de la polémica ley.
Los socialistas consideran la revelación de Feijóo una contradicción interna y pretenden sacar todo el provecho posible. Otra de las figuras relevantes de Ferraz que ayer se refirió a este asunto fue José Luis Rodríguez Zapatero. El expresidente del Gobierno (2004-2011), que irrumpió ayer de nuevo en un acto de campaña tras las pasadas generales, auguraba «un tsunami» y fuertes «turbulencias» en el PP esta semana a raíz de lo acaecido. «Ahora resulta que en pocos días Puigdemont ha dejado de ser terrorista, hay que concederle un indulto y la amnistía es negociable», ironizó Zapatero.
Lo cierto es que lo que Ferraz ve como un balón de oxígeno llega, además, tras una semana especialmente dura para el Ejecutivo. Después de que Junts frenara en el Congreso la tramitación de la amnistía por considerar que tiene «agujeros» por los que jueces como Manuel García Castellón, que instruye el caso 'Tsunami' en la Audiencia Nacional, o Joaquín Aguirre, que investiga la trama rusa en un juzgado de Barcelona, podrían impedir su aplicación, la junta de fiscales del Tribunal Supremo avaló que se investigue a Puigdemont por terrorismo y, de remate, el Parlamento Europeo instó a investigar las conexiones del independentismo catalán con Rusia a través de un texto en el que los populares lograron que se señalara de modo específico al expresident prófugo.
También hubo reacción desde el Govern y ERC a las palabras de Feijóo, quienes criticaron su «desorientación» e instaron a «votar a favor» de una vez por todas de la amnistía si lo que pretende es una solución al «conflicto político» que vive Cataluña. En Esquerra, además, consideran que lo sucedido en el PP pone de manifiesto que los indultos del 2021 «fueron necesarios».
Santiago Abascal se ha mostrado este domingo muy duro con Alberto Núñez Feijóo y la posibilidad de que el PP hubiese estudiado una posible amnistía como la que defiende el Gobierno. «Si no existiera Pedro Sánchez el señor Feijóo acabaría de protagonizar la mayor estafa al electorado jamás realizada en España. Se queda en segunda posición, pero cerca del primer puesto. Es un grave insulto a los españoles», señaló el líder de Vox a través de las redes sociales.
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