El Gobierno propone a la vicepresidenta Teresa Ribera como comisaria europea

La titular de Transición Ecológica nunca ha negado su aspiración a formar parte del nuevo Ejecutivo comunitario que estará presidido de nuevo por la alemana Ursua von der Leyen. Aún no está claro qué cartera asumiría la 'número tres' del Gobierno español, aunque buena parte de las miradas apuntan a que formaría parte de las competencias vinculadas al medio ambiente, el clima y la energía, los campos en los que Ribera se ha movido en los últimos años como ministra.

La propia Ribera ha expresado su «orgullo» y el «gran honor» que supone esta propuesta de Moncloa como candidata al Colegio de Comisarios que se está estructurando en la capital europea. «Es un momento importante para trabajar todos juntos por el sueño europeo», ha indicado en un video remitido a los medios de comunicación. Ribera ha apuntado que la nueva Comisión «afrontará los grandes desafíos del momento, haciendo realidad un continente de progreso, prosperidad y bienestar para todos los ciudadanos» europeos.

Este movimiento derivará inevitablemente en una crisis de Gobierno, al no poder compatibilizar el cargo de comisaria con el de vicepresidenta o ministra. Es una cuestión que el propio Sánchez ya había asumido desde hace semanas al indicar que cualquier cambio en el Ejecutivo sería menor y no pasaría por una amplia remodelación del Consejo de Ministros. Aunque está por ver también a quién designa gobernador del Banco de España, una decisión que Sánchez debe tomar antes del 11 de septiembre. Si opta por el ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá, a quien ya apoyó para ese cargo en junio, saldrían dos ministros de los 22 que se sientan cada martes en el Palacio de la Moncloa.

Ribera ha sido una de las pocas figuras que se ha mantenido junto al presidente del Gobierno desde que Sánchez llegara a la Moncloa a mediados de 2018 tras ganar la moción de censura a Mariano Rajoy. Además, siempre se ha mantenido en el mismo cargo, el vinculado a las políticas climáticas, medioambientales y energéticas. A pesar de los vaivenes de los últimos años -crisis del coronavirus, guerra de Ucrania, inflación-, Sánchez siempre la ha mantenido a su lado.

El hueco que deja Ribera en el Gobierno no es baladí. Más aún después de la salida de la anterior vicepresidenta económica, Nadia Calviño, al ser nombrada presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) el pasado mes de enero. Se marcharía a Europa otro de los pilares en los que más confía el presidente del Gobierno, cuya acción pivotaría más aún sobre su actual vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

El sustituto o sustituta de Teresa Ribera, si finalmente es designada comisaria europea, es una de las grandes cuestiones que dejaría este movimiento. En parrilla de salida se encuentran sus actuales secretarios de Estado: la de Energía, Sara Aagesen; y el de Medio Ambiente, Hugo Morán. Pero nada está escrito en el pensamiento de Sánchez sobre quién ocuparía este puesto.