La Moncloa espera que Felipe VI hable de su padre en Nochebuena

El mensaje navideño del jefe del Estado es uno de los pocos que se redactan en la Zarzuela, y después es visado por el Gobierno. La incógnita de este año es si Felipe VI aludirá a la situación de su padre, que acuciado por los escándalos sobre sus actividades financieras opacas se trasladó a Abu Dabi el pasado 3 de agosto. Carmen Calvo dio a entender ayer que así será. «Va a lanzar el mensaje que corresponde ahora» porque el Rey está «muy en la sintonía del momento que le ha tocado vivir».

Además, recordó, no se ha arredrado a la hora de tomar decisiones drásticas que han afectado a su familia. Despojó del ducado de Palma a su hermana Cristina por el 'caso Nóos', retiró la asignación económica anual a su predecesor y renunció a la herencia que pudiera corresponderle de la fortuna oculta de Juan Carlos de Borbón.

Fuentes cercanas a la Zarzuela también consideran probable que el Rey aluda a la situación de su padre, y aventuran que lo hará en tono ejemplarizante. Lo que parece menos factible, según estas fuentes, es que se refiera a los manifiestos suscritos por grupos de militares retirados contra el Gobierno de Pedro Sánchez y en los que reclaman su intervención. Ese es un tema, apuntan, que si lo toca, lo hará en el discurso de la Pascua Militar del 6 de enero ante el alto mando de las Fuerzas Armadas.

El Gobierno defiende frente a los embates del socio minoritario de la coalición, Unidas Podemos, que hay que distinguir entre los comportamientos personales de miembros de la Familia real y la institución monárquica, y anclado en esa diferenciación sostiene que «no hay crisis en la Jefatura del Estado». Felipe VI, subrayó la números dos del Ejecutivo, desarrolla su «tarea de manera impecable». Un elogio avalado por una reciente encuesta publicada ayer por 'El Confidencial', que señala que el 74% de los consultados aprueba la gestión del Rey. Las informaciones sobre la fortuna oculta de su padre no habrían pasado factura, según ese sondeo realizado entre el 11 y el 14 de diciembre.

La Moncloa, además, no quiere hurgar en el comportamiento del rey emérito, motivo de continuas fricciones entre los dos socios de Gobierno. Es más, considera que en estos últimos meses ha actuado «como tenía que proceder» al dejar España para no perjudicar más la imagen de la Corona y al regularizar con Hacienda el impago de impuestos por el uso de tarjetas bancarias con fondos opacos. La semana pasado pagó 678.392 euros por la deuda contraída más intereses y recargos de los ejercicios de 2016 a 2018.

Calvo señaló asimismo que el anterior jefe del Estado ya asumió sus «responsabilidades» por sus comportamientos privados con la abdicación en junio de 2014. Antes de esa fecha su actuación en el ámbito penal estaba blindada por la inviolabilidad que establece la Constitución.

El Gobierno lo que no quiere es verse salpicado en la polémica del regreso de Juan Carlos de Borbón a España, anunciado desde su entorno para esta Navidad, y luego desmentido por el rey emérito en un mensaje a un programa de televisión. Es un asunto que compete en exclusiva a la Zarzuela, zanjó la vicepresidenta, y «cuando (la) Casa Real nos quiera comunicar algo, nos lo comunicará».