El Gobierno descarta la recentralización de impuestos sugerida por Escrivá

Los socialistas aseguran que, lejos de verse amenazados, iniciativas como la planteada por el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno, que el lunes anunció su decisión de suprimir el Impuesto de Patrimonio, son para ellos un caramelo que facilita la entrada del mensaje con el que, como es evidente desde hace meses, han decidido intentar recuperar terreno electoral; el de que el PP solo sirve a los intereses de los «poderosos».

Tan centrados están en colocar ese argumento en el imaginario colectivo que Rodríguez se lanzó a buscar, desde la sala de Moncloa en la que comparece ante la prensa tras cada Consejo de Ministros, un 'tú a tú' con los eventuales espectadores de un programa de televisión ficticio y la dirección del PSOE apenas tardó 24 horas, tras el anuncio de Moreno, en elaborar un video distribuido por las redes titulado 'El PP Gobierna para el 0,2% más rico'.

«¿Piensa usted que está entre los elegidos a ser eximidos de ese impuesto? - cuestionó mirando a cámara la ministra- Pues no. Son un grupo de elegidos con patrimonios superiores al millón de euros. Serían pocos los que podrían decir que se ven por esa medida. Un 99% de los españoles nos diría, no". "¿Y cree usted que le afecta? -siguió con el juego-. Claro, va a dejar de recaudar más de cien millones por eliminar o regalar a los más ricos este impuesto, y los impuestos están para contratar maestros, médicos, para comprar libros de texto..."

El discurso del Ejecutivo tiene algunos peros y no es solo que fuera José Luis Rodríguez Zapatero quien en 2008, con el argumento de que los perjudicaba a las clases medias, suprimió el impuesto de Patrimonio (algo que solo puede hacer el Gobierno central porque lo que está cedido a las autonomías es únicamente el rendimiento y competencias normativas sobre el mínimo exento, el tipo de gravamen y deducciones o bonificaciones de la cuota). A eso se puede contraponer que el mismo presidente socialista lo recuperó en 2011 para patrimonios superiores a 700.000 euros. Pero hay otra contradicción más complicada de explicar: en 2020 el PSOE se comprometió a armonizar este tributo para recabar el apoyo a los Presupuestos de ERC, recelosa del 'dumping fiscal' con el que, a su juicio, la Comunidad de Madrid, perjudicaba a Cataluña.

Dos años después, esa armonización, también incluida entre las recomendaciones que hicieron los expertos consultados por Hacienda para la elaboración del libro blanco sobre la reforma fiscal, no se ha producido. La ministra María Jesús Montero argumentó en su día que el asunto debía abordarse en paralelo a la reforma del sistema de financiación de las comunidades autónomas, empantanado desde hace más de diez años. Ese sigue siendo ahora el argumento para no tomar una medida que impediría a los barones del PP bonificar al 100% un tributo que, según el propio Ejecutivo, solo beneficia a "los ricos" .

Rodríguez, de hecho, echó mano del mismo mantra (que el marco para hacer una reforma de esta naturaleza es el sistema de financiación) para desestimar la sugerencia del ministro Escrivá, un profesional independiente y no vinculado al PSOE a quien los miembros socialistas del Gobierno miran con cierto resquemor por su tendencia a ir por libre y «pisar charcos».