Gobierno y PP van al choque en las Cortes por la sedición y la ley del 'solo sí es sí'

Después de unas semanas en los que el Gobierno había recuperado la iniciativa política y las encuestas comenzaban a reflejar una cierta contención del 'efecto Feijóo', en apenas diez días ha estado a punto de entrar en barrena. Sánchez y sus ministros han pasado de atacar con toda su artillería a los populares por «incumplimiento de la Constitución» a ser el centro de las críticas de la oposición –e incluso de sus socios parlamentarios, y de una parte del PSOE– tras el goteo de revisiones a la baja de condenas a agresores sexuales al amparo de la ley del 'solo sí es sí'; y después de abrirse a reformar el delito de sedición y malversación a la medida de los dirigentes indepentistas condenados por el 'procés'. «Si para mantener la interlocución con Esquerra tiene que hacer un Código Penal a la carta, para mantener cualquier interlocución con nosotros tiene que hacer exactamente lo contrario», ha avisado Feijóo al presidente.

El líder del PP utilizará los siete minutos que dura su intervención en la sesión de control del Senado para preguntar a Sánchez «si va a seguir reformando el Código Penal para favorecer a miembros de su partido y a sus socios de Gobierno». Aprovechará también para pedir cuentas por la «chapuza» de la ley del consentimiento sexual de Irene Montero ante las «dramáticas consecuencias» que está provocando, a su juicio, la aplicación de esta norma. Los conservadores exigen una rectificación inmediata de la ley para impedir que haya más agresores sexuales a los que se les reduce la pena o incluso salen a la calle. «Este Gobierno presumía de feminista y ha dado el mayor paso atrás en la defensa de las mujeres», censuró el sábado el líder de la oposición en un acto en Palma de Mallorca.

Ayer, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, eludió entrar en la polémica y se lanzó contra la gestión de la crisis sanitaria que puso la semana pasada contra las cuerdas a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ante la ameneza de la huelga en las urgencias extrahospitalarias. «La atención primaria es la base de la sanidad pública en nuestro país. Es la que consiguen que no se colapsen los hospitales», defendió Bolaños, que arremetió contra Ayuso por «preferir proteger el Valle de los Caídos» a la calidad sanitaria, en referencia a su intención de blindar el monumento franquista frente a la Ley de Memoria Democrática.

En Génova ven al Gobierno del PSOE y de Unidas Podemos «en descomposición» e intentan espolear una revuelta en las filas socialistas para hacer estallar las costuras de la coalición. Por lo pronto, el miércoles los senadores del PSOE tendrán que retratarse y votar la moción que han registrado los populares en la Cámara, en la que se insta al Ejecutivo a la inmediata revisión por la vía de urgencia de la aplicación de la ley del 'solo sí es sí' que ha levantado ampollas también dentro de las filas socialistas.

Feijóo y su círculo han redoblado la presión sobre los barones del PSOEcríticos con las cesiones a los soberanistas –singularmente, el castellanomanchego Emiliano García-Page y el aragonés Javier Lambán– para que frenen la «deriva» de Sánchez. Buscan que pasen «de las palabras a los hechos», den la orden a los diputados de sus territorios para que rompan la disciplina de voto y eviten que la reforma del Código Penal sea aprobada en el Congreso. Este jueves, además de realizarse la votación detallada los Presupuestos de 2023 y los nuevos impuestos para la banca y las energéticas, también se someterá a votación en el pleno el inicio del trámite exprés de la supresión de la sedición.

El plan del Gobierno, una vez esté aprobada la toma en consideración de la reforma del Código Penal, es aprobar su avance por la vía de urgencia. Lo que significaría que el final del delito de sedición y el ajuste de la actual redacción de la malversación de fondos públicos –si el resto de socios de investidura de Sánchez apoyan la enmienda de ERC– podrían entrar en vigor antes de que acabe el año.