El Gobierno aumenta 3.600 millones el gasto militar ante el desafío de la invasión rusa

Más allá del mayoritario respaldo que concita en el Parlamento español el apoyo militar a las fuerzas armadas ucranianas, el Partido Popular ha iniciado una ofensiva para que Robles rinda cuentas sobre la decisión de aumentar los efectivos en determinadas misiones de la OTAN en el flanco este (Letonia, Estonia, Bulgaria y Rumanía). El pasado miércoles se abrió la veda con la interpelación urgente a la ministra en la Cámara baja sobre este asunto. «Hemos sido sensibles durante este año, pero esto debe cambiar mucho», reivindicó el portavoz popular en la comisión de Defensa, Adolfo Gutiérrez, quien denunció la «falta de transparencia» del ministerio en relación al nuevo despliegue en los países limítrofes a Rusia y al armamento enviado a Ucrania.

Según la Ley de Defensa Nacional, el envío de militares a países extranjeros debe ser autorizado por el Congreso, pero Robles rechazó esta posibilidad porque se trata de ampliaciones de efectivos dentro de misiones que ya estaban en marcha, como la operación de policía aérea en el Mar Báltico en el marco de la OTAN. Al portavoz del PP no le convenció su respuesta y recordó a la ministra que la «transparencia informativa» mejora la imagen de las Fuerzas Armadas y sirve para fomentar la cultura de defensa entre la sociedad. «Cuando se presenta la oportunidad dejamos el terreno libre y damos alas a los detractores de la defensa», lamentó Gutiérrez.

A este debate se sumaron el jueves tres socios habituales del Ejecutivo –ERC, BNG y EH Bildu– además de la CUP, que reclaman explicaciones a Robles por el envío de diez carros de combate Leopard a Ucrania «de manera unilateral, sin haberse debatido y votado previamente en el Congreso», denuncian.

La opacidad informativa alcanza también al gasto que ha supuesto la guerra en los presupuestos del ministerio de 2022. Ante la ausencia de respuesta por parte de Defensa, la única vía para conocer este dato aproximado se encuentra en los cuadros mensuales del Ministerio de Hacienda, relativos a la    modificación y ejecución de las cuentas del Estado el pasado curso.

En el periodo disponible, entre febrero (el mes en que comenzó la guerra) y noviembre pasado, la ampliación del gasto en el capítulo de Defensa alcanzó los 3.600 millones de euros frente a los 1.440 millones de 2021. Esto significa que, frente a los créditos iniciales contemplados en los Presupuestos Generales para 2022 por valor de 10.155 millones, los recursos con que ha contado el ministerio a lo largo de este ejercicio alcanzan ya los 13.781 (a la espera de conocer el dato de diciembre). Una cifra que supone un importante aumento del 35% respecto a lo presupuesto inicialmente.

En comparación con otras partidas y a fin de calibrar lo que está implicando la amenaza de Putin, los 3.600 de gasto extraordinario supone situarse entre el presupuesto total aprobado para los ministerios de Ciencia (3.900 millones) y Hacienda (3.300) en 2022, un tercio más que la cartera de Justicia (2.300) y más del doble del dinero a Cultura y Deportes (1.500).

Las modificaciones de crédito efectuadas durante este ejercicio en favor de las actuaciones de Defensa son las mayores conocidas. Solo existen dos precedentes cercanos de superación de los 2.000 millones: fue en los ejercicios 2012 y 2015.

Entonces, la inversión que las cuentas públicas otorgaban al departamento militar rondaba el 0,60% del PIB nacional y en    la actualidad se acerca al 1,1%.    No obstante, el compromiso adquirido con la OTAN en la cumbre de Madrid, celebrada en junio pasado, pasa por llegar al 2% de inversión en Defensa respecto al PIB en 2029. Esto supone, en términos absolutos, un presupuesto de unos 24.000 millones frente a los 13.781 actuales (sumados ya los créditos extraordinarios hasta noviembre).

En el incremento del presupuesto de Defensa este ejercicio ha tenido un papel esencial la ampliación de 1.000 millones para atender los gastos generados por la guerra aprobada en el Consejo de Ministros el pasado julio en medio de una gran polémica, ya que el socio morado del Gobierno manifestó que lo desconocía y se oponía a tal operación. Sin embargo, Unidas Podemos acabó asumiendo la partida por su posición minoritaria dentro del Ejecutivo y el hecho de que esta materia es asunto reservado al presidente.

El relevante incremento presupuestario por la contienda se ha canalizado a través de dos vías: el envío de material de apoyo a su ejército y el refuerzo de la presencia española dentro de las «misiones de disuasión» de la OTAN ante el desafío ruso. Sobre el primer compromiso, en estos doce meses de guerra se han realizado 54 transportes con equipamiento, armamento (lanzacohetes, munición, proyectiles, artillería o misiles) y 40 vehículos blindados. De este envío, 42 se han realizado por vía aérea y en total suman más de 150 toneladas sin contar con el combustible donado.

En el ámbito humanitario se han realizado 17 vuelos para trasladar a más de 600 personas vulnerables y heridos de guerra a hospitales    nacionales. Del mismo modo, España ha comprometido 282 millones al Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (FEAP), que tras cinco ampliaciones supera ya los 3.100 millones por las aportaciones de los aliados.