El Gobierno acelera la ley de paridad en pleno retroceso del PSOE en voto femenino

Solo la encuesta 'flash' que el organismo dirigido por José Félix Tezanos publicó este lunes ya da una idea del destrozo. Si el porcentaje de mujeres que declara haber votado a la formación de Pedro Sánchez en las municipales de 2019 era de 30%, el de quienes dicen que lo harán en las que vienen se queda en el 21,5%, casi en empate con el PP, al que manifiesta que votará el 21,1%.

Los populares se jactan de haber logrado resquebrajar el «monopolio» del feminismo del que hacía gala su principal adversario «con la inestimable colaboración del Gobierno». Creen que el principal error del PSOE fue ceder a Podemos el Ministerio de Igualdad tras las generales de noviembre de 2019, lo que después llevó a los socialistas a sucumbir a los planteamientos de Irene Montero y su equipo en cuestiones tan sensibles como la ley trans -que le provocó una fractura sonada con el feminismo clásico - o la del 'solo sí es sí', la reforma del Código Penal que ha derivado en un millar de reducciones de condena a agresores sexuales y que Sánchez optó por enmendar, finalmente, con la ayuda del partido de Alberto Núñez Feijóo.

La composición del voto del PP, que ha tratado de aprovechar el rechazo provocado por esas dos medidas entre muchas mujeres, está muy equilibrada entre hombres y mujeres (ya lo estuvo hace cuatro años). Pero en su dirección creen que el cambio de posición en cuestiones como el aborto, que ahora sí reconocen como un derecho (aunque de manera vaga y no exenta de tensiones internas) les permite ser más «competitivos» aspirando a captar a socialistas descontentas.

Que el primer partido de la oposición se esté beneficiando directamente de la decepción con el PSOE de algunas de sus votantes resulta dudoso. Pero sí hay datos, y no solo demoscópicos, que invitan a pensar que Sánchez está teniendo dificultad para movilizarlas a su favor. Y la campaña de la Alianza contra el Borrado de las Mujeres, en la que están agrupadas más de 140 organizaciones feministas, es uno de ellos. La asociación, de la que forman parte algunas exdiputadas del PSOE, acusa a la coalición de haberlas «despreciado» y de haber aprobado leyes «perniciosas» para las mujeres. Y pide no votar a ninguno de los dos partidos del Ejecutivo.

Los socialistas, sin embargo, no dan por perdido al electorado femenino. En su programa marco para las municipales incluyeron, por ejemplo, una propuesta para castigar a los hombres que pagan por sexo después de haber fracasado en su primer intento de cumplir la promesa de abolir la prostitución, algo a lo que se opone Podemos, y de haber renunciado a seguir dando la batalla con el PP, que comparte su posición. Esta decisión es otra de las «traiciones» que un sector del feminismo les echa en cara.

En este contexto, Sánchez ha decidido acelerar la transposición de la directiva europea que obliga a que en el sector público como en el privado el porcentaje mínimo de personas de un mismo sexo no sea inferior al 40% ni superior al 60%. La norma, que afecta a los consejos de administración de las empresas cotizadas, al Gobierno, a los partidos, los jurados de premios y también a los organismosconstitucionales como el Consejo de Estado, el Consejo General del Poder Judicial o el Tribunal Constitucional, ya fue utilizada por el jefe del Ejecutivo, en vísperas del Día de la Mujer y en plena bronca con Podemos por el 'sí es sí', con el mismo propósito de reconciliación con esa parte de sus votantes.

El texto, que pasó como anteproyecto, en primera vuelta, por el Consejo de Ministros el 7 de marzo, fue remitido ayer al Congreso tras el conveniente anuncio de Sánchez en un mitin electoral. La posición que mantendrá el PP tampoco está, por otro lado, nada clara. Feijóo dijo en su día que iba «por el buen camino». La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y el expresidente Aznar se han burlado de ella.