¿Y si gobierna la lista más votada?

En este contexto, cabe preguntarse cuál sería el mapa político actual si se hubiera aplicado esa premisa, la de que gobierne la lista más votada. Un vistazo permite observar que sería el PP el más perjudicado si se aplicase su receta. Por ejemplo, no habría gobernado en Andalucía y Murcia. En ambas ganó el PSOE y en ambas Vox apoyó la investidura de los barones populares Juanma Moreno y Fernando López Miras. Seguramente tampoco existiría el 'efecto Ayuso' tal y como lo conocemos hoy día porque las anteriores elecciones, las de 2019, las ganaron los socialistas, aunque gobernaron PP y Cs. Ese año pasó lo mismo en Castilla y León; no así en las últimas, de este mismo año.

El PSOE también debería gobernar Cataluña, donde fue la lista más votada en febrero de 2021. No obstante, los partidos independentistas alcanzaron un pacto para investir a Pere Aragonès, que gobierna con Junts. En Navarra, la coalición Navarra Suma, que agrupa a UPN, PP y Ciudadanos, ganó las elecciones con 124.000 votos. Segundo quedó el PSN de María Chivite, con 70.000 papeletas. Sin embargo, la comunidad foral la gobiernan los socialistas en coalición con Geroa Bai y Podemos, y el apoyo externo de EH Bildu.

Por último, Melilla es la única comunidad donde, aplicando la oferta de Feijóo, debería haber gobernado el PP. Actualmente lo hace un candidato independiente junto con Coalición por Melilla y el PSOE.

El patrón se repite en las capitales de provincia. Las dos principales ciudades del país, Madrid y Barcelona, no están gobernadas por quienes ganaron las elecciones. En la capital lo hizo Más Madrid pero el alcalde es el popular José Luis Martínez Almeida. En Barcelona ganó ERC pero gobierna Ada Colau, por segunda legislatura consecutiva.

Si la oferta de Feijóo se hubiera aplicado desde el inicio de la legislatura -las municipales tuvieron lugar en toda España en mayo de 2019- el PSOE debería haber gobernado Granada, Zaragoza, Palencia, Tarragona, Badajoz y Orense. Todas ellas, salvo Tarragona (en manos de ERC y los comunes), las perdió en favor del PP o de una coalición de la que los populares formaron parte. En el otro lado de la balanza, el PP debería haber gobernado A Coruña y Lugo, ambas administradas por el PSOE.