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Antonio G. Encinas
Valladolid
Martes, 4 de febrero 2025, 10:06
A las 14:30, los nuevos responsables del Grupo Parlamentario Vox en las Cortes de Castilla y León bajaban a comer con el resto de procuradores que tenían comisiones (Susana Suárez, Miguel Suárez Arca, Rebeca Arroyo) y los trabajadores de Vox en las Cortes. Habían ... registrado el organigrama que señala a David Hierro como portavoz y Carlos Menéndez como adjunto y que aúpa de nuevo a Iñaki Sicilia (Burgos) a su puesto de portavoz adjunto, que perdió cuando hubo que hacerle hueco a Juan García-Gallardo tras su salida de la Junta. Al mismo tiempo registraron el escrito a la Mesa de las Cortes para que quedara informada de la expulsión de Javier Teira y Ana Rosa Hernando. Justo a tiempo para que Teira no pudiera participar en la Comisión de Economía, en la que figuraba como portavoz de Vox. La letrada le informó a su llegada a la sala de comisiones. En su sitio se sentaba, tras unos cuantos ajustes internos, Susana Suárez.
Era el último acto de una jornada que comenzó con sorpresa: Juan García-Gallardo decía adiós a la política de primera línea para dedicarse a la abogacía de nuevo, aunque sigue como afiliado raso de Vox. O quizá no fuera tan sorprendente. Ni para unos ni para otros.
Algo se olía Ana Rosa Hernando (Burgos, impulsora de la plataforma Recupera tu Vox) cuando le llegó el informe del Grupo Parlamentario el viernes por la noche. En él se detallaban las faltas que habían cometido ella y su compañero de bancada de Vox, Javier Teira, cuando decidieron pedir «democracia interna» en el partido en la designación de cargos orgánicos. El documento no venía firmado por el portavoz del grupo, Juan García-Gallardo, condición sine qua non para que su expulsión del grupo parlamentario, ante el Registro de las Cortes, fuera válida. «Al poco tiempo, a las 23:50, nos llegó la denuncia del Comité de Garantías del partido para expulsarnos del partido», explicaba este lunes en un receso durante la celebración de la Comisión de Presidencia, en la que Hernando era portavoz de Vox.
Ni Hernando ni Teira hablaron durante el fin de semana con Juan García-Gallardo. Ella prefirió pasar el fin de semana en 'modo avión', por así decirlo, y aislarse algo del ruido, aunque los dos díscolos hicieron público que no renunciarían al acta. Algo similar hizo Gallardo, que desde el viernes por la noche abrió su particular periodo de reflexión. Así se lo anunció el mismo día a los demás miembros de la dirección del grupo. Fuentes parlamentarias confirmaron que les había dicho que estaría en el pueblo. Y por ocasiones anteriores saben que en esos casos el único modo de comunicarse con él es enviar mensajes de WhatsApp para que los lea cuando tenga cobertura.
¡Gracias y hasta pronto! 🟢🇪🇸 pic.twitter.com/AfH0lLMnvD
— Juan García-Gallardo (@juan_ggallardo) February 3, 2025
Este lunes, a primera hora de la mañana, comunicó su decisión. Iñaki Sicilia, presidente del Comité Ejecutivo Provincial (CEP) de Burgos y procurador, iba a presidir la Comisión de Presidencia, su debut en ese puesto, cuando se enteró de lo ocurrido. Arriba, en la cuarta planta, se reunía con urgencia el Consejo de Dirección del Grupo Parlamentario: David Hierro (secretario), Matías Recio (coordinador y también presidente del CEP de Palencia) y Carlos Menéndez (portavoz adjunto y presidente del CEP de Salamanca).
Vox desconvocó la rueda de prensa en la que se anunciaba: «Juan García-Gallardo atiende a los medios tras registrar junto al Grupo Parlamentario el escrito que comunica a la Mesa de las Cortes la expulsión del Grupo de los procuradores Ana Rosa Hernando y Javier Bernardo Teira». Iban a presentarlo a las 9:30, pero Gallardo ni siquiera había llegado a las Cortes para entonces.
El ex vicepresidente de la Junta podía registrar telemáticamente su renuncia, más aún después de anunciar su decisión por Twitter en el día de San Blas, día del santo de su hijo, nacido hace ocho meses. Pero quiso pasar por las Cortes. Se despidió del personal de la cafetería, de la biblioteca, de los diferentes servicios de la casa, de rivales políticos… Y de los periodistas, aunque eludió hacer declaraciones ni a micrófono abierto ni a micrófono cerrado. «Está todo en la carta», justificó. «¿Ha hablado con Madrid?», se le preguntaba este lunes, cuando acudió al Registro de las Cortes para presentar expresamente su renuncia. «Sí», se limitó a responder.
Fuentes parlamentarias aseguraban que Gallardo había recibido presiones durante el fin de semana para firmar el informe y la expulsión de los dos procuradores expedientados. El ya ex portavoz de Vox no quiso confirmar ni desmentir nada al respecto. Lo que sí se da por seguro es que sus discrepancias con la dirección nacional habían comenzado mucho antes. Y esos desajustes hacen que tampoco en las filas del grupo parlamentario que continúa haya sorprendido su decisión de abandonar.
La primera desavenencia, quizá la más importante, se produjo con la decisión de salir de los gobiernos autonómicos. Gallardo acató las órdenes del partido, pero consideraba que Vox había llegado al Gobierno autonómico para hacer cosas, para cambiar el sentido de algunas políticas del PP que su formación consideraba demasiado próximas a la socialdemocracia. Y pasar a la oposición seccionaba cualquier opción de imponer políticas, como se ha visto con las decisiones tomadas por Alfonso Fernández Mañueco (PP) desde entonces. La salida de la Junta le desplazó a la Portavocía del Grupo Parlamentario. Un grupo en el que hay otras claves internas. No solo la disensión, ya entonces palmaria, de Ana Rosa Hernando o Javier Teira. También el papel relevante de David Hierro, conectado directamente con Kiko Méndez-Monasterio, según fuentes internas. Y el de Carlos Pollán como presidente de las Cortes, con agenda propia y hombre que suena para figurar en el futuro cartel electoral.
En este contexto conviene recordar también la situación personal de cada cual. Ana Rosa Hernando ha registrado ese mismo lunes su petición de reincorporación como profesora de inglés de un centro público. Javier Teira ya ha vuelto, igualmente, a sus clases, puesto que él mismo había decidido pedir la reincorporación días antes. Juan García-Gallardo, cuando ha surgido alguna polémica sobre sus retribuciones y sus funciones como político, siempre ha dicho que perdía dinero por estar en política, dado que hasta que entró trabajaba como abogado en el despacho familiar, el más importante de Burgos y uno de los principales de Castilla y León. Y en este tiempo en política, su situación personal también ha variado: se ha casado y ha tenido un hijo.
Gallardo trató de desligar en todo momento su decisión de la sanción a los dos procuradores. Considera que, como reflejan los estatutos, sus faltas merecían una respuesta. Chocó en las formas, dicen algunas fuentes, que no le parecían adecuadas. Pero no falta quien dice que detrás del movimiento de Javier Teira y Ana Rosa Hernando está Gallardo. Y hay quien liga todo esto a la reciente vuelta a la escena pública de Iván Espinosa de los Monteros. Un conocedor de los movimientos internos de la formación consideraba días atrás que es poco viable que surja una nueva formación con Espinosa al frente, pero otra cosa sería que unos malos resultados pudieran llevar en el futuro a un relevo en la cúpula inamovible que ostenta Santiago Abascal. Tanto Teira como Hernando como el propio Gallardo han negado a El Norte que los dos ex procuradores de Vox hablaran durante el fin de semana con el ex portavoz.
¿Hasta dónde llegará la crisis interna? Dice Ana Rosa Hernando que hay más malestar latente. «Exdiputados, nacionales, autonómicos y mucha gente que se está poniendo ahora en contacto con nosotros por tener el valor de hacerlo y que estamos recibiendo apoyos de toda España. Sinceramente, no estamos solos y eso se demuestra y se va a demostrar», advierte.
Pone sobre la mesa, incluso, el punto de inflexión. La salida de Ortega Smith de la primera línea y la entrada de Ignacio Garriga como secretario general, con Jorge Buxadé como referencia en Europa y hombre fuerte de la parte de la organización más vinculada con lo ideológico y menos con lo económico (facción que lideraba Iván Espinosa de los Monteros). «El equipo de organización nacional de Ortega Smith tenía equipos que iban a las provincias, se preocupaban de hablar con toda la gente, el que ellos querían y los que no querían. Intentaban mediar, solucionar los problemas y dar respuesta a todas aquellas inquietudes. La dirección nacional cambia, ponen un secretario general nuevo, cambian el equipo de organización y la deriva que he estado viviendo en estos dos años, que he estado llamando, que yo no me he saltado ningún protocolo, ellos saben perfectamente todas las inquietudes que he tenido por el bien del partido, para mejorarlo. No he tenido respuesta ninguna», explica Hernando.
La salida de estos tres parlamentarios deja a Vox con David Hierro como portavoz, Carlos Menéndez como adjunto, once procuradores en la bancada y sin el rostro que ha sido vicepresidente de la Junta y cartel electoral, amén de miembro de la Ejecutiva Nacional de Vox. En el parlamento autonómico, todos miran de reojo hacia Mañueco. ¿Apretará el botón del adelanto electoral?
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