La Fiscalía secunda la denuncia de Ábalos por revelación de secretos en el 'caso Koldo'

Ábalos presentó la denuncia ante el Ministerio Público el pasado 24 de julio y ahora el fiscal encargado del caso ha confirmado la judicialización de las diligencias al apreciar indicios de delito. El motivo por el que exministro acudió a la justicia radica en las "filtración reiteradas" de correos electrónicos por parte de "servidores públicos" al mando de la investigación, según el denunciante, que poco o nada tienen que ver con ella, y que además implican a ciudadanos anónimos de su entorno personal. El ahora diputado del Grupo Mixto apuntaba así al juez instructor del caso, Ismael Moreno, pero sobre todo a los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) encargados de las pesquisas.

"Ni estoy investigado ni siquiera soy parte de este proceso (...), algo que no impide que aparezcan datos de mi vida privada como viajes y estancias", insistió entonces el exdirigente socialista, que se basó en diversas noticias publicadas en prensa. Se trata, prosiguió en aquella rueda de prensa de julio, de "filtraciones sistemáticas y reiteradas que constituyen un menoscabo hacia mi persona" y que afecta a terceros que "no tienen nada que ver" y que, según señaló, "han sido privados de sus derechos a la intimidad y el honor".

Detrás de este movimiento de Ábalos, que ha visto cómo era señalado en la auditoría interna que ha hecho el Ministerio de Transportes sobre los contratos de las mascarillas y cuyas conclusiones se conocieron el pasado viernes, está un informe judicial conocido a finales de mayo.

La UCO, unidad policial investigadora, señaló por primera vez al ex secretario de Organización del PSOE al afirmar que tenía "conocimiento" de las adjudicaciones bajo sospecha porque el propio Koldo García, entonces su asesor más cercano, le informaba de los "pormenores" de los mismos y le enviaba información a un "correo que se correspondería" con la "cuenta personal" de ahora diputado raso del Grupo Mixto.

Además, del volcado del correo de trabajo que usó Koldo García en el ministerio la UCO aportó conversaciones con su jefe Ábalos que iban más allá de los contratos bajo sospecha. Por ejemplo, correos en los que compartieron diversas opciones de compra de chalets de lujo en puntos turísticos de España, como Cádiz o Málaga; y mensajes sobre acompañantes del exministro en viajes de trabajo a Cantabria, Cataluña, Emiratos Árabes o Rusia o también de ocio al Caribe.

Para Ábalos, con estas revelaciones se ha establecido un "estado de excepción de derechos y ya no existe derecho a la intimidad". Reprochó además que estas revelaciones no han sido objeto de reproche penal ni de investigación "por parte de quien ha de ser garante de la pureza del procedimiento penal", en referencia al juez instructor Ismael Moreno.