Los Reyes, la Princesa y la Infanta saludan desde el balcón REUTERS/Susana Vera

El Rey abre un nuevo ciclo aferrado a la Constitución más allá del «coste personal»

Felipe VI reivindica la «integridad» de sus diez años de reinado en un acto alejado del Congreso que premia a la sociedad civil

Miércoles, 19 de junio 2024

Felipe VI asumió la jefatura del Estado el 19 de junio de 2014 en un contexto de enorme incertidumbre, con la institución de la Corona cuestionada por los escándalos y un Parlamento en el que las fuerzas tradicionales se hallaban en franco retroceso, mientras aquellos ... que impugnaban «el régimen del 78» vivían su auge. Diez años después, la situación política sigue siendo inestable, pero la imagen de la Monarquía parece restituida y los partidarios de una república han perdido fuerza. En ese poliédrico escenario, y en el aniversario de su reinado, el Rey se permitió este miércoles un gesto reivindicativo. «A la Constitución y a sus valores me he ceñido, y me ceñiré siempre, en el cumplimiento de mis responsabilidades», proclamó en su discurso.

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El discurso institucional del jefe del Estado en la significativa efeméride no tuvo lugar, como su proclamación, en el Congreso de los Diputados sino en el Palacio Real y como colofón al acto sobre el que su Casa decidió hacer pivotar, calculadamente, toda la jornada conmemorativa: la entrega de la Orden del Mérito Civil a 19 ciudadanos de toda España considerados ejemplos que se proyectan sobre la sociedad. En ese marco, alejado de la refriega que horas antes había tenido lugar -como cada semana- en la sesión de control al Gobierno en la Cámara baja, fue en el que ofreció un somero balance «con serenidad y perspectiva», dijo, de su década de reinado. Y en el que, una vez más, hizo un llamamiento a la unidad de la nación que, sin embargo, sonó distinto.

«Siempre he creído en la importancia de ser coherente con los compromisos asumidos – apuntó como resumen de su desempeño al frente de la Corona–. Esta actitud es la base de la integridad e implica ser fieles a nuestros principios y valores en todas nuestras decisiones y actos; implica esforzarse en escuchar, en discernir lo que es correcto de lo que no lo es, y en actuar de forma responsable con ese discernimiento, asumiendo incluso el coste personal que ello pueda conllevar».

No es difícil deducir adónde apuntaban esas últimas palabras. En este tiempo, el monarca se ha enfrentado a retos de enorme trascendencia para el país. Entre ellos, y probablemente el de mayor envergadura histórica, el desafío independentista en Cataluña consumado con el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, al que dio respuesta con un mensaje a la Nación dos días después, el 3 de octubre, y cuyas consecuencias penales serán ahora borradas con la aplicación de la controvertida ley de amnistía.

Pero puertas adentro de la institución que encarna, su tarea no ha sido tampoco menor. En su discurso de proclamación, Felipe VI prometió regeneración –«Una Monarquía renovada para un tiempo nuevo»– y eso le ha llevado a tomar decisiones que han afectado a su propia relación familiar, como cuando revocó el uso del título de duquesa de Palma a su hermana Cristina, entonces imputada (luego absuelta) en el 'caso Nóos', o cuando, más recientemente, retiró la asignación a su padre, Juan Carlos I, y anunció que renunciaba a su herencia, al trascender que estaba siendo objeto de investigación por parte de la Fiscalía Anticorrupción por un supuesto pago de 100 millones de dólares de Arabia Saudí.

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«Servicio y deber», como lema

«Durante estos años, el servicio, el compromiso y el deber han sido los pilares de mi desempeño como rey», abundó este miércoles. Ese «servicio, compromiso y deber» es justamente el lema elegido para simbolizar este aniversario, cuyos actos de conmemoración comenzaron con el izado de la bandera en el Palacio de la Zarzuela y siguieron en el Palacio Real, con el relevo solemne de la Guardia Real en el Patio de la Armería, presenciado por don Felipe, doña Letizia y sus hijas desde el balcón central del Salón del Trono. Un lema incluido en un sello conmemorativo que estará vigente todo el año.

En su intervención, el Rey tuvo palabras para la Reina, la Princesa de Asturias y a la infanta Sofía, a las que agradeció el apoyo prestado. Pero sobre quien realmente construyó la segunda parte de su discurso fue sobre los galardonados, representantes de la sociedad civil. «La Corona se debe a la sociedad y por eso hoy sois vosotros – les dijo– los protagonistas».

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No fueron necesarias las referencias al clima de crispación política o a los asuntos que tensan la vida institucional del país. El monarca se sirvió del ejemplo de las nueve mujeres y diez hombres provenientes de todas las comunidades autónomas, Ceuta y Melilla y reconocidos por sus valores en el ámbito de la educación, la cultura, la sanidad, el voluntariado, la ingeniería, la sostenibilidad, la agricultura, la ganadería o el turismo, para hacer un llamamiento a la concordia.

«Promovéis las mejores virtudes cívicas que revierten en beneficio del conjunto de la sociedad y refuerzan nuestra convivencia democrática. Sois necesarios, sois importantes: vuestra convicción y sentido del deber demuestra que siempre hay referentes. Gracias por proyectar esperanza, gracias por devolvernos el optimismo, gracias por ser ejemplares», los alabó ante, entre otros, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la del Congreso, la socialista Francia Armengol; el del Senado, el popular Pedro Rollán; el del Tribunal Constitucional, Cándido Conde Pumpido; o el del Consejo General del Poder Judicial, Vicente Guilarte -el jefe de la oposición y líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, no fue invitado al acto-. «Y gracias – añadió– por fomentar el valor de la cohesión, que es lo que permite que las sociedades sean más sólidas, más fuertes».

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El jefe del Estado concluyó así con un elogio a la unidad, que, dijo, «nace y se afianza sobre la base de esa solidaridad y ese servicio a los demás lleno de respeto y tolerancia» y que definió como «el mayor valor que tenemos». «Porque una sociedad fuerte y cohesionada – declaró– es capaz de hacer frente a cualesquiera desafíos que puedan surgir».

Los Reyes junto a las Infantas al final de la jornada conmemorativa del décimo aniversario de Felipe VI como monarca español. E. P.

Felipe VI, sobre su reinado: «Habrá opiniones para todos los gustos»

El Rey Felipe VI ha hecho una valoración sobre los diez años de su reinado donde ha reconocido que cada español es «libre de pensar como quiera» porque, tal y como ha recordado, en una democracia hay «opiniones para todos los gustos». «Y lo importante es que lo puedan sentir y expresar lo que sienten», ha defendido.

Así se ha pronunciado el monarca en declaraciones a TVE, en las que el monarca ha señalado que «hay que afrontar las cosas como vienen, poniéndole ganas, trabajo y confiando en muchas personas que trabajan en sacar adelante la labor institucional y el papel que tiene la Corona en nuestro país». No obstante, ha reconocido que «habrá algunos que valoren el papel y a otros que a lo mejor no les parezca tan bien».

Con respecto a la heredera al trono, la Princesa Leonor, el monarca ha destacado que es un «paso necesario dentro del eslabón siguiente de la dinastía». No obstante, ha remarcado que lo importante es que sea una persona que crezca con los valores que representan a la sociedad, que entienda su papel y que se entregue y dedique a servir a los españoles dentro del marco constitucional«, informa Europa Press.

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