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Alberto Núñez Feijóo volvió este viernes a cambiar el paso del discurso del PP en la grave crisis provocada por la DANA al tratar de desviar el foco de las críticas del presidente valenciano, Carlos Mazón, y atacar duramente al Gobierno por su gestión ... en la catástrofe. El líder de los populares, que reunió por videoconferencia a todos sus presidentes autonómicos incluido Mazón, acusó a la Moncloa de «dimitir de sus responsabilidades» y subrayó que tanto la Confederación Hidrográfica del Júcar como la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), los organismos que informaron a la Generalitat, dependen del Gobierno central, apuntando a Pedro Sánchez –al igual que hiciese en los primeros días de la crisis– como principal responsable de no dar la voz de alarma a tiempo.
Según Feijóo, las comunidades «están supliendo las labores» del Ejecutivo central con la incorporación a la crisis de 4.000 efectivos propios, evidenciando que el Estado de las Autonomías funciona y que «esta es la política que sirve». «Estamos a disposición de los valencianos. No nos tienen que pedir nada», enfatizó el jefe de la oposición, en una clara alusión a la polémica comparecencia del presidente del Gobierno en la que dijo que si Valencia necesita ayuda, solo tiene que pedirla.
El expresidente gallego insistió, como viene haciendo desde los compases iniciales de la catástrofe, en que el Gobierno debería haber declarado desde el primer momento la emergencia nacional ante la «peor crisis» de esta naturaleza que ha sufrido España y que en la provincia de Valencia se ha cobrado más de 200 vidas. Algo que no ha pedido Mazón y que le quitaría el mando de la gestión, que recaería en el Ministerio del Interior.
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Almudena Santos
La reunión duró casi dos horas –comenzó a las 12:30 horas– y sirvió para que los presidentes regionales, que se veían las caras por primera vez en la tragedia, pusiesen en conocimiento de todos los recursos movilizados por cada administración. Además de los presidentes, se incorporaron miembros de la dirección nacional como Cuca Gamarra, Carmen Fúnez, Juan Bravo, Paloma Martín, Esteban González Pons o Ester Muñoz.
Todas las miradas estaban puestas en el presidente de la Generalitat Valenciana, cuya reacción en los momentos clave del 29 de octubre, el día de la DANA, sigue en entredicho por su tardanza en sumarse a la reunión del Centro de Control de Emergencias tras celebrar una comida que hasta ayer no se supo que había sido con la periodista Maribel Vilaplana.
Cambio de discurso
Cunde la impresión entre sus correligionarios de que el futuro político de Mazón no es nada alentador al no haber activado a tiempo las alertas. Pero las palabras de Feijóo, que distan del tono más conciliador que empleó el lunes cuando pidió al Gobierno consenso para poner en marcha el 'plan Valencia' con el fin de reconstruir cuanto antes las zonas afectadas, dejan claro que Génova quiere centrarse ahora en dotar de recursos a las víctimas y, al mismo tiempo, hacer control de daños a nivel interno, poniendo el foco en la omisión de responsabilidades de la Moncloa.
En ese sentido, Feijóo también intenta que cale entre la ciudadanía otro mensaje: que si él estuviese sentado en la Presidencia no habría actuado de la misma forma a como lo ha hecho Sánchez, a quien los populares llegaron a acusar este jueves –lo hizo Miguel Tellado– de haber «actuado de mala fe».
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