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«A mí de momento no me da órdenes nadie». Alberto Núñez Feijóo se reivindicó este lunes ante la plana mayor del PP tras el giro que dio en apenas una semana del 'no' al 'sí' al decreto social pactado entre el Gobierno y Junts ... , que servirá para convalidar la revalorización de las pensiones, entre otras medidas, y que ha despertado las críticas dentro y fuera del partido. «Para buscar pollo sin cabeza sugiero mirar al Ejecutivo y al señor Sánchez, esperando las órdenes de Carles Puigdemont», afirmó ante la Junta Directiva Nacional, asegurando que las órdenas a él solo se la dan «los afiliados y el programa electoral» del PP.
En su intervención, el político gallego agradeció «todas y cada una de las opiniones que, de buena fe, aconsejan sobre cómo fulminar tanto despropósito como hay en España», reconociendo así las discrepancias que se encontró entre sus propias filas a su decisión de apoyar finalmente las medidas sociales del Gobierno. Pero, a diferencia de otros partidos, el PP, defendió, «somos un partido libre para decir no cuando de lo que se trata es de salvar a Sánchez; y libre para decir sí cuando se trata de dejar claro que estamos a favor de subir las pensiones a nuestros mayores». «Hay partido en los que los que piensan diferente se van», arguyen en el entorno de Feijóo, recordando las salidas en menos de una semana de Javier Lambán del PSOE y Juan Ignacio García Gallardo de Vox este mismo lunes.
El líder del PP subrayó la dependencia que tiene el Ejecutivo de Junts y cargó contra la negociación para transferir a Cataluña las competencias de migración que ahora exigen los independentistas porque «la seguridad nacional -dijo- es justo lo que no se puede trocear» e ironizó que con todas las cesiones lo único que le quedaría a Sánchez por transferir ya es el Palacio de la Moncloa.
«Vamos a seguir haciendo oposición a este Gobierno. Somos la única oposición que quiere cambiar al Gobierno», remachó Feijóo, tratando de neutralizar las críticas de Vox por su giro en el decreto ómnibus. El líder del PP elevó el tono contra su otrora socio en varios gobiernos autonómicos dejando claro que entre ellos hay mucha distancia porque «la oposición de tumbona y de sarao» no va con él.
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