Feijóo engrasa los cambios en el PP para afrontar otra legislatura con Sánchez o nuevas elecciones

Aunque en las filas populares fantasean con que el expresidente de la Generalitat dinamite todo y haya repetición electoral en enero–un escenario no exento de riesgos para Feijóo– creen que el acuerdo con Junts, que tiene la amnistía a los encausados del 'procés' como eje central de la negociación, es una realidad a falta de escenificarse por ambas partes. «Sánchez les acabará dando todo lo que pidan», aseguran convencidos en el PP de que el candidato socialista acabará cediendo a las pretensiones de los independentistas para seguir en la Moncloa.

Mientras termina de aterrizar el acuerdo con Junts, el líder conservador engrasa la maquinaria opositora y prepara los «ajustes» en la cúpula para acabar con la tricefalia que existe entre Cuca Gamarra, Elías Bendodo y Miguel Tellado y ocupar la vacante que ha dejado en la vicesecretaría de Coordinación Local y Autonómica la salida de Pedro Rollán. También en las direcciones y portavocías de los grupos parlamentarios en el Congreso y el Senado para plantar batalla durante una legislatura que los populares auguran corta y en la que usarán la Cámara alta como muro de contención frente al Gobierno valiéndose de la mayoría absoluta lograda el 23-J. «Empezamos nueva etapa y en la nueva etapa tiene que haber ajustes, claro», confirmó Feijóo a principios de este mes en una entrevista en Onda Cero.

Cuando llegó a Génova, el expresidente de la Xunta acometió algunos cambios sin hacer una limpia profunda en los grupos parlamentarios para facilitar la pacificación interna tras la grave crisis que hizo saltar las costuras del PP y que acabó con la salida forzada de Pablo Casado. Feijóo apostó entonces por mantener a Gamarra como portavoz en el Congreso al igual que Javier Maroto quedó al frente de la portavocía en el Senado, que abandonó el pasado agosto para ocupar la vicepresidencia de la Cámara alta y que supuso su salida automática del comité de dirección. El veterano Javier Arenas fue nombrado en su lugar portavoz del Senado de manera interina.

De momento, el dirigente conservador ha evitado confirmar como portavoz a Gamarra, aunque son muchas las voces en el partido las que creen que no repetirá en el cargo. Consideran que ambas funciones requieren una gran dedicación y hay que centrarse en una sola competencia. Más si cabe cuando Feijóo sí podrá confrontar semanalmente con Sánchez, al contrario de lo que pasaba cuando estaba en el Senado. La elección, en todo caso, del nuevo portavoz dependerá en mayor medida del perfil que pretenda potenciar el PP en este nuevo curso político.

El cambio de Gamarra puede afectar también a Bendodo cuyo papel de coordinador general ha quedado desdibujado en el último año al solaparse sus competencias con las de la propia secretaria general y con las del vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, uno de los hombres de la máxima confianza de Feijóo que le acompañó junto a su equipo más cercano cuando decidió dar el salto a Madrid.

Donde sí ha empezado ya a mover ficha Feijóo es en los territorios y Génova trabaja ya en la preparación de los congresos que aún quedan pendientes. El primero en desatascarse es el del País Vasccon la mirada puesta en las elecciones autonómicas del año que viene. Será el próximo 4 de noviembre cuando Carlos Iturgaiz ceda la presidencia del PP autonómico al exdelgado del Gobierno, Javier de Andrés. El siguiente en la lista es el de Asturias cuya fecha saldrá de la reunión este miércoles de la junta directiva autonómica del partido, cuya presidencia ostenta de forma interina Álvaro Queipo tras la salida el año pasado de Teresa Mallada.

El cónclave de La Rioja sigue sin fecha aunque el traspaso se prevé tranquilo. Gonzalo Capellán cuenta con «total legitimidad» para hacerse con las riendas de la formación tras ganar con mayoría absoluta en los comicios de mayo. Otra cosa es Cataluña donde la fractura entre la cúpula y Alejandro Fernández anticipan un congreso de alto voltaje. Pero Génova no tiene prisa por abrir ese melón ya que las elecciones autonómicas allí no están previstas, en principio, hasta 2025.