El bloqueo del PP trabará la ley en el Senado hasta las elecciones europeas

El principal partido de la oposición dispondrá de al menos dos meses para ralentizar la tramitación de la proposición de ley de amnistía, que podría estar aprobada definitivamente a finales de mayo o principios de junio. En noviembre, y gracias a su mayoría absoluta, la formación conservadora reformó el Reglamento del Senado para otorgar a esta Cámara la potestad de decidir si una proposición de ley de los grupos parlamentarios que es remitida desde la Carrera de San Jerónimo se despacha por el procedimiento de urgencia, que es de veinte días, o por el ordinario, que puede prolongarse hasta un máximo de dos meses. Después debe regresa al Congreso para ser en último término ratificadas.

Aunque Vox ha instado al PP una y otra vez a rechazar la entrada de la ley en la Cámara alta, los conservadores no lo ven factible porque consideran que hay obligación de tramitarla. En cualquier caso, el presidente del Senado, el conservador Pedro Rollán, ha solicitado un informe a los letrados para que se pronuncien sobre su recorrido legislativo. La opinión en contra de los servicios jurídicos avalaría la posición del PP frente a los de Santiago Abascal, con quienes pugnan por liderar la ofensiva contra la medida de gracia a los encausados por el 'procés'.

Una vez que la norma, que previsiblemente será aprobada la semana que viene en el Congreso en un pleno extraordinario, llegue a la Mesa del Senado se designará a la Comisión Constitucional, que preside Pío García-Escudero, para su tramitación. Allí los populares podrían solicitar una serie de comparecencias de juristas y expertos constitucionales, después de que esta misma petición fuera rechazada en la Cámara baja. «La amnistía está al margen no solo de la Constitución española, sino de los estándares del Derecho Internacional», alertaba ayer la secretaria general, Cuca Gamarra, para quien el contenido de esta ley es «corrupto» porque «ni siquiera existe arrepentimiento para conceder este olvido».

El PP llevó su rechazo a la amnistía hasta Bucarest, donde Feijóo asistía junto a otros miembros de la dirección al congreso del Partido Popular Europeo que eligió a Ursula von der Leyen como candidata a presidir la próxima Comisión Europea. Ante sus colegas, el líder gallego elevó la voz sobre las consecuencias de la ley acordada entre el PSOE y los independentistas para blindar ante los tribunales a Carles Puigdemont. «Europa –dijo– no puede permitir que fructifiquen los ataques al Estado de derecho y a la independencia del poder judicial».

Feijóo agradeció el respaldo mostrado por el resto de familias europeas e insistió en que Europa «no puede permitir» que un primer ministro «consiga su investidura a cambio de impunidad judicial». Recibió el respaldo del PPE, el alemán Manfred Weber, que acusó a Sánchez de ser «una marioneta de Puigdemont» y alertó de que la amnistía cubriría «incluso a terroristas condenados».