Feijóo no acudirá al debate de la moción: «No queremos convertir el Congreso en un circo»

Los populares consideran que el Congreso «lo último que necesita es otra bronca poco edificante«, de »movimientos partidistas de políticos para políticos« y de »ejercicio tácticos«. «No queremos convertir el Congreso en un circo. No es lo que necesita España en estos momentos», dijo Sémper , a poco meses de que se convoquen las elecciones generales y tras acusar a Santiago Abascal de «salir al rescate» del jefe del Ejecutivo y de su «Gobierno en llamas». «Lo que España necesita es rigor y seriedad, no espectáculos», dijo el portavoz solo unos días después de que Feijóo calificara de «show» la propuesta que tiene al exdirigente del PCE, Ramón Tamames, al frente.

Sémper corroboró que se mantendrán en la abstención porque el PP «ni está con la autocomplacencia del Gobierno ni con las tácticas de Vox». Quiso además restar importancia a la moción, que los de Abascal han tardado cuatro meses en registrar, asegurando que el partido ni siquiera ha decidido aún si será o no la portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, quien defienda la postura de los populares en el debate. «No es importante», recalcaba a preguntas de los periodistas.

El portavoz del PP quiso poner el foco sobre el 'caso Mediador' y confirmó que se personarán como acusación popular en la causa que investiga en Canarias la supuesta red de extorsión a empresas del ámbito ganadero y alimentario liderada por el exdiputado socialista Juan Bernardo Fuentes Curbelo. «Hablamos de posibles mordidas para obtener ayudas de la UE, fiestas con prostitutas y con drogas, así como de posibles influencias tanto del Gobierno de Canarias como del Gobierno de España utilizando el Congreso como lugar de transacciones», denunció Sémper.

Para los populares no es suficiente que Fuentes fuera obligado a dejar de inmediato el acta de diputado ni que se le abriera expediente de expulsión del PSOE y exigen al Ejecutivo explicaciones «ya». También reclaman transparencia al portavoz socialista en la Cámara, Patxi López, después de que el mediador de la trama desvelara que hasta 15 parlamentarios del PSOE podrían haber llegado a participar en esas fiestas. «No es razonable ni sensato que este caso manche la política española», arguyó Sémper que no descartó más acciones en función de cómo se desarrollen los acontecimientos, incluida una comisión de investigación.

En Ferraz admiten que lo que se ha conocido del caso «es una vergüenza» y que no hace «ningún bien» al partido, además de que ha servido para dar munición al PP. La cuestión preocupa y mucha en la dirección del PSOE, que aunque circunscribe el caso exclusivamente en Fuentes, ha pedido a sus diputados «extremar las precauciones».