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José Antonio Nieto no trató de esconderse ni un solo minuto en sus cuatro horas y cuarto de intervención. Tampoco intentó escabullirse de las preguntas más comprometedoras. El exsecretario de Estado de Seguridad desde el inicio de su comparecencia dijo que sí, que él ... había sido el que había ordenado el polémico operativo policial contra el referéndum y que no iba a responsabilizar a sus subordinados por aquel dispositivo cuyas duras imágenes dieron la vuelta al mundo. El exnúmero 2 de Interior subió al estrado dispuesto a echarse el 1-O a sus espaldas sin titubear. Y la estrategia, aunque arriesgada a priori, le salió bastante bien.
Nieto hoy se convirtió en la antítesis de que quien fuera su jefe hasta el pasado verano. Los continuos «no sé», «no lo recuerdo» y las permanentes evasivas de Juan Ignacio Zoido el pasado jueves ante el tribunal dieron paso este lunes a un análisis casi quirúrgico de la situación que solo puede hacer quien la vivió en primera persona y está dispuesto a reconocer todo. Muy solvente en sus respuestas y con una exhibición de una prodigiosa memoria, el exsecretario ni una sola vez tiró de la socorrida frase de que «fueron los operativos» los que diseñaron tal o cual actuación contra el procés, como sí que hizo hasta la saciedad Zoido, pero también el propio Mariano Rajoy o Soraya Saénz de Santamaría.
Admitió sin ambages que la madrugada del 1-O él dio la orden de que los 6.000 policías y guardias civiles del operativo 'Copérnico-Avispa' salieran a la calle a cerrar colegios a sabiendas de que era más previsible que hubiera incidentes porque los Mossos no estaban por la labor de impedir el referéndum. «El 1-O fue un ejercicio proporcionado de la fuerza para que se cumpliera la ley», insistió hasta la saciedad, saliendo una y otra vez en defensa de la profesionalidad de los funcionarios que entonces dirigía.
Como un alumno con la lección bien aprendida en un examen oral, Nieto, que se ayudó de la abundante documentación que portaba solo en contadas ocasiones, se fue sintiendo cada vez más seguro. Incluso llegó a venirse arriba cuando espetó a uno de los letrados «'¡eso es de segundo de derecho!». Un exabrupto que le valió un ligero rapapolvo del presidente Manuel Marchena.
Nieto también fue el ganador del cara a cara más esperado, el que mantuvo con el abogado Xavier Melero, defensor del exconsejero de Interior Joaquim Forn, al que la declaración del exsecretario había dejado por los suelos. El hábil letrado no logró pillar en un solo renuncio a José Antonio Nieto, que incluso le corrigió con datos en algunas ocasiones al letrado, que sí había logrado poner contra las cuerdas a Juan Ignacio Zoido la pasada semana.
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