Los presos del 'procés' regresan al Parlament, amenazan con volver a hacerlo y piden unidad a JxCat y ERC

Pero un día después de que la Mesa del Parlament, con el aval de ERC, consumara la retirada del escaño a Quim Torra y el presidente de la Generalitat amenazara con elecciones si no se le restituía como parlamentario, al menos en lo formal, los independentistas se han dado este martes un respiro. Y han dispensado todos los honores a los dirigentes del 'procés' que están en la cárcel cumpliendo condenas de nueve a trece años por un delito de sedición. Los seis exconsejeros han sido recibidos a primera hora en el vestíbulo de la Cámara catalana entre aplausos, gritos de libertad y abrazos. Torra, junto a Roger Torrent y Pere Aragonès, ha abrazado a Junqueras, que regresaba por primera vez al hemiciclo catalán desde el 27 de octubre de 2017. Tras él, los otros cuatro exconsejeros varones del Govern. Dolors Bassa había llegado poco antes. Han salido a primera hora de la cárcel y tras entrar en el Parlament, donde fueron recibidos por Torra y Rogent, han subido las escaleras nobles del inmueble que conducen al hemiciclo.

Allí han sido conducidos a la sala de audiencias, donde Torrent suele recibir las visitas institucionales, y donde han permanecido todo el día. Sin esposas y en una sala custodiada por los Mossos. Uno a uno, han comparecido en la comisión. Para todos, la liturgia ha sido la misma. Paseíllo hasta la sala anexa del hemiciclo, arropados por los suyos, los de su partido. Lo mismo cuando han intervenido. Cada uno lo ha hecho acompañado de su sucesor en el cargo.

En sus intervenciones, se han ceñido más bien poco al guión de un compareciente como testigo en una comisión de investigación sobre el 155 y han convertido su visita en un acto político en el que han reclamado unidad, han instado a aprovechar la oportunidad del diálogo que se ha abierto con Madrid y han amenazado con volver a repetir la vía unilateral. Y han insistido en que no cometieron ningún delito y que sus condenas fueron injustas. El más locuaz ha sido Oriol Junqueras. El líder de Esquerra ha dado el pistoletazo de salida a la campaña electoral. Las elecciones no están convocadas, pero Junqueras ha aprovechado para convertir su intervención en un mitin y para reiterar la apuesta de los republicanos por el diálogo con el Gobierno, que ha sido cuestionada desde el espacio de JxCat y la CUP con acusaciones de que Esquerra está dando aire a uno de los partidos que amparó la aplicación del 155. «Me muero de ganas de dialogar», ha dicho, incluso con quien «aplaude nuestro encarcelamiento». «Es lo que hemos pedido siempre y hay que aprovecharlo. La mesa con el Gobierno es un paso adelante», ha afirmado.

Ante las acusaciones de 'botiflers', Junqueras ha reivindicado a Esquerra como una fuerza independentista de toda la vida. «Más independentista que nosotros no hay nadie», ha afirmado. El diálogo con el Gobierno no es contradictorio con la voluntad de seguir intentado construir la república, ha añadido. Junqueras ha ofrecido diálogo a Sánchez, aunque se ha mostrado escéptico, pero al mismo tiempo ha advertido de que el independentismo «volverá a ejercer» la autodeterminación. Eso sí, ha pedido algo de tiempo, cuando el soberanismo sea capaz de aumentar la base social que tiene ahora. Raül Romeva también ha apelado al diálogo e igual que Junqueras ha asegurado que el secesionismo no renuncia volver a intentar la vía unilateral. «Nos hemos ganado ese derecho», ha expresado. «Lo volvería a hacer, pero mejor», apostillo Quim Forn.

Los exconsejeros postconvergentes han sido los más explícitos en reclamar unidad. Jordi Turull ha emplazado a JxCat y a ERC a aparcar su orgullo para no dar por muerta la legislatura y les ha instado a no repetir episodios como el del lunes, si quieren que su estancia en la cárcel sea lo más feliz posible. «Hace 27 meses que estoy en la cárcel y reclamo que abandonemos los partidismos. La sociedad nos pide unidad: la misma que hizo posible el 1-O», ha señalado Forn. «No podemos vivir de forma permanente en el histerismo, la bronca o el combate político, incluso a veces estéril. No es humanamente soportable», ha remarcado Romeva. Han cerrado Josep Rull y Dolors Bassa.

Tras Junqueras, ha intervenido la portavoz de Ciudadanos, Lorena Roldán. La dirigente naranja ha exigido al líder secesionista a pedir perdón por el daño causado en la sociedad catalana. ¿»Puede usted mirar a la cara de los niños que están en riesgo de exclusión'», ha preguntado. Ciudadanos ha acusado a Junqueras de romper familias. «¿A mí me hablan de romper familias que hoy no podré ir a ver a mis hijos?», ha replicado el republicano Y al requerimiento de que pida perdón, se ha mostrado dispuesto a hacerlo. «No tengo inconveniente en pedir perdón por lo que hicimos, pero yo no ordené apalizar votantes», ha añadido.

Al acabar su interpelación, los dos diputados de Ciudadanos, Roldán y Carrizosa, han abandonado la sala y no han seguido el esto de comparecencias. El PSC y el PP no han participado en la sesión parlamentaria porque desde el primer día se autoexcluyeron de la comisión. Los comunes, por su parte, han defendido a los exconsejeros como presos políticos y han señalado que deberían estar en la mesa de diálogo con Sánchez.