La desaparición de ETA se producirá de manera definitiva la primera semana de mayo

Se desconoce el formato y, sobre todo, la terminología que empleará ETA para su desaparición, aunque los medios consultados garantizan que la fórmula no dejará ningún espacio para la duda. Será una desaparición «clara, nítida y contundente», que abrirá un nuevo escenario en Euskadi. No se prevé que se utilice el término «disolución», que es el que exige el Gobierno central, aunque supondrá la desaparición definitiva de ETA, insisten las fuentes consultadas. La decisión se enmarcará en los estándares internacionales de la DDR (desarme, desmovilización y reintegración). Tras la entrega de armas de hace un año, la banda aborda ahora la segunda 'd'. El siguiente reto será, una vez desaparecida y desmantelada la organización, la reintegración en la sociedad de los huidos y presos.

Un elemento clave será el aval internacional que recibirá este nuevo hito de ETA, el tercero tras el cese definitivo de la actividad armada el 20 de octubre de 2011 y el desarme del 8 de abril del pasado año. Mediadores del Grupo Internacional de Contacto (GIC) de Brian Currin y distintos políticos extranjeros acudirán esa primera semana de mayo a Bayona a un acto organizado por el Foro Social Permanente y la plataforma vascofrancesa Bake Bidea. De esta forma, garantizarán que la desaparición de la banda es efectiva. El propio Foro Social, la semana pasada, reclamó públicamente a ETA un «desmantelamiento claro y creíble» para la sociedad y las víctimas.

De esta forma, ETA hará oficial el resultado del debate que ha llevado a cabo en este último año, desde que concluyerá su desarme con un acto multitudinario en Baiona. Un proceso de reflexión interna que se ha celebrado con una amplia participación de militantes y presos y sin fisuras internas. Se ha consultado con un gran número de integrantes y la amplia mayoría de los participantes se ha decantado por cerrar el ciclo histórico.

En el debate ha habido síntomas que evidencian que la desaparición de ETA será irreversible. Algunas aportaciones surgidas en la reflexión interna, como la de mantener una especie de dirección de ETA simbólica o clandestina, han sido derrotadas y no se pondrán en práctica. En febrero, se difundieron sus documentos de debate en los que se avanzaba el «cierre de ciclo y función» de la organización y la necesidad de que la izquierda abertzale asuma el liderazgo en exclusiva del proceso independentista vasco.

La desaparición de ETA abrirá un nuevo tiempo para los presos, que aguardan a comprobar si el futuro escenario conlleva, quizás no a corto plazo, pero sí a medio y largo, una mejora en su situación penitenciaria, una vez que desaparece uno de los argumentos de los jueces para no mejorar su situación, que es la existencia de la banda.

El Gobierno Vasco no quiso ayer pronunciarse sobre este asunto, hasta que no haya confirmación oficial por su parte. Instituciones y partidos aguardan a si la banda hace una lectura autocrítica por los atentados saldados con más de 800 víctimas mortales.