Esquerra enfría el acuerdo para la investidura de Sánchez pese a verse ayer con el PSOE

Fue, según fuentes de Esquerra, solo una toma de contacto previa a la cita ya prevista de este martes -la tercera con vistas a la investidura- donde se consensuó el orden de temas de la reunión y se trató de avanzar un poco en alguno de ellos, sin concretar más. El encuentro, confirmaron, comenzó al mediodía de este lunes en Barcelona y terminó a primera hora de la tarde.

Hasta ahora, apuntaron representantes de ERC, «no hemos entrado en harina», y todo se ha reducido a «buenas palabras». Ese pasar de puntillas por los temas de fondo es el que ha permitido alimentar las esperanzas, sobre todo en el PSOE, de un rápido desenlace. Pero Esquerra quiere pasar de las musas al teatro. «El Gobierno debe hacer gestos», exigió la portavoz, Marta Vilalta.

ERC pretende que en la reunión de este martes se aborde en profundidad la mesa de diálogo entre Gobiernos, el ejercicio del derecho de autodeterminación y la amnistía para los líderes soberanistas condenados en el juicio del Tribunal Supremo. Fuentes republicanas admitieron que sería suficiente con que hubiera un compromiso socialista de activar el foro bilateral de Ejecutivos para que su partido facilitase la investidura de Sánchez. Pero otras fuentes del partido apuntaron que necesitan más pruebas de la voluntad del PSOE para «resolver» el conflicto catalán.

Esperan, por ejemplo, que la Fiscalía no recurra las decisiones que tienen que adoptar esta semana las juntas de tratamiento de las tres cárceles en las que están recluidos los presos del 'procés' sobre el grado penitenciario que corresponde a cada recluso. Si se les califica en el tercero tendrían derecho casi inmediato a los permisos. Casi el 40% de los presos en cárceles catalanas, cuando no son personajes conflictivos, reciben ese grado. De ser así, el fiscal podría recurrir la decisión y la última palabra quedaría en manos del tribunal sentenciador, el Supremo. Pero Esquerra vería la actuación del Ministerio Público como un gesto hostil.

Los republicanos reconocen que se enfrentan a un calendario diabólico para una negociación. «Hay cuestiones que tienen que pasar y que influyen», en la postura que adopte Esquerra, precisó su portavoz. En los próximos días, además de la calificación de los presos, tienen la celebración del congreso del partido, la posible inhabilitación de Quim Torra, el fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre la inmunidad de Oriol Junqueras y la vista sobre la euroorden de Carles Puigdemont. «Si (los socialistas) tienen voluntad de desactivar la vía judicial, se debe notar», advirtió Vilalta, y agregó que «si el PSOE tiene tanta prisa, que se mueva». De no ser así, remató, «a Esquerra no le temblarán las piernas para mantenerse en el 'no'» a la investidura.

Entre los republicanos molesta sobremanera el optimismo que rezuman las declaraciones de algunos socialistas, pues no ven razón alguna que lo justifique. Esquerra, explicó su negociadora, «no está aquí» para hablar de una investidura «al viejo estilo del 'peix al cove' (pájaro en mano). «Esos tiempos» de conseguir competencias a cambio de apoyos políticos «ya han pasado». ERC, añadió, «está aquí para resolver el conflicto de Cataluña con el Estado».

Los socialistas acogieron con frialdad las advertencias de sus interlocutores. Salvador Illa, secretario de Organización del PSC e integrante también del equipo negociador, comentó con un punto entre resignado y socarrón que «si no puede ser antes de enero, será en enero». Aunque «lo deseable», subrayó, es que sea «lo antes posible».