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A. Azpiroz / M. E. Alonso
Madrid
Jueves, 10 de agosto 2023, 12:25
El panorama ante la elección de la Mesa del Congreso comienza a despejarse a falta de siete días para que se constituyan las Cortes Generales. Esquerra anunció ayer que apoyará a un candidato del PSOE con el fin de que el órgano de gobierno de ... la Cámara baja quede en manos de fuerzas progresistas. Los números son más que ajustados y en una segunda votación que se producirá en caso de que ningún candidato logre la mayoría absoluta de antemano el puesto se lo jugarán los dos aspirantes que hayan recabado más apoyos en la primera y que salvo sorpresa mayúscula pertenecerán al PSOE y al PP.
Teresa Jordà, número dos de los republicanos en el Congreso, avanzó ayer que los siete diputados republicanos apoyarán a un socialista. «Entre PP y PSOE preferimos siempre ponernos del lado del supuesto progresismo español», resumió Jordà. Esquerra se desmarca así de las voces dentro de Sumar y de antiguos dirigentes de Podemos como Pablo Iglesias que abogan por una Presidencia del Congreso que recaiga en un diputado que no pertenezca ni a PSOE ni a PP. «Será una opción a estudiar de forma colectiva», afirmó el pasado martes Enrique Santiago, diputado de Sumar y secretario general del PCE.
ERC, en cualquier caso, no regala nada. A cambio de apoyar a un socialista al frente de la Mesa del Congreso tendría comprometido de antemano un grupo parlamentario propio para la legislatura gracias a votos prestados por diputados del PSOE. Junts sí se quedaría sin grupo parlamentario en caso de no alcanzar un acuerdo con los socialistas, una situación que le conllevaría la pérdida de fondos públicos y limitar su protagonismo público en los debates de la Cámara baja.
El préstamo de diputados para configurar un grupo parlamentario no está reglamentado y depende, en última instancia, del veredicto de la Mesa del Congreso que, en caso de caer en manos conservadoras, relegaría a priori a ERC y Junts al rincón del grupo mixto.
El Bloque Nacionalista Galego (BNG) también rompió ayer su silencio. Fue más allá de ERC y se mostró ya dispuesto a apoyar la investidura de Sánchez siempre y cuando el programa de un nuevo Gobierno de coalición contemple la agenda gallega. A expensas de lo que decidan Junts y Coalición Canaria, los bloques de izquierda y derecha empatan a 171 escaños, toda vez que el PNV ya ha rechazado de plano y por dos veces avalar un Ejecutivo de Feijóo con Vox como socio externo.
El PP sigue haciendo números sobre los apoyos parlamentarios que podría reunir para una eventual investidura de Alberto Núñez Feijóo. A día de hoy, cuenta con 171 votos a favor, cinco por debajo de la mayoría absoluta necesaria. Los populares no tiran la toalla y aún confían en sumar durante los próximos días el apoyo de la única diputada de Coalición Canaria, aunque sería una suma todavía insuficiente.
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La dirección del PP continúa con la búsqueda de síes o abstenciones entre los partidos nacionalistas o, incluso, dentro del PSOE. «Vamos a seguir trabajando de forma discreta», afirmó ayer el coordinador nacional, Elías Bendodo. El dirigente conservador aseguró que su partido «tiene la capacidad de hablar con todos y de pactar con casi todos». «No cerramos la puerta nada más que a los límites constitucionales», remarcó al ser preguntado sobre Junts y Carles Puigdemont.
Desde el PSOE se respondió poco después. «No sé muy bien quién le hace las cuentas al Partido Popular, supongo que los mismos que les hacían las encuestas para las elecciones generales», ironizó el ministro en funciones Félix Bolaños y uno de los negociadores del equipo socialista.
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