Ander Azpiroz
Madrid
Viernes, 25 de octubre 2024, 10:47
Sumar trata a duras penas de capear el temporal tras la renuncia de su portavoz en el Congreso Íñigo Errejón, acusado de violencia machista. La coalición izquierdista se siente noqueada pero se asegura que se ha actuado con celeridad y contundencia en cuanto se ... tuvieron conocimiento de los hechos. Yolanda Díaz, de viaje oficial en Colombia afirmó que el compromiso de su formación contra el machismo «es firme y sin excepciones».
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El golpe es más que doloroso para una coalición que abandera el feminismo y que se encuentra en caída libre en las encuestas. La primera tarea de Sumar será nombrar nuevo un portavoz en el Congreso, una tarea que deberá incluir un pacto entre los distintos partidos que forman parte de la coalición.
La ministra de Sanidad, Mónica García, calificó la situación de «horrorosa» y «demoledora». La relación entre ambos dirigentes de Más Madrid se deterioró hace ya meses, si bien desde este partido se niega que se conocieran las actitudes de Errejón. «Estamos hartas y todos los casos tienen que salir a la luz. Nuestro compromiso es contra el machismo, venga de donde venga», señaló García.
Desde Izquierda Unida sus principales dirigentes fueron categóricos. El coordinador federal Antonio Maíllo exigió que quien conociese los comportamientos del ex portavoz de Sumar debe asumir responsabilidades por no haber actuado antes. El diputado y secretario general del PCE, Enrique Santiago, reclamó que Sumar dé explicaciones y repare el daño que se ha provocado a la causa feminista.
El escándalo de Errejón se suma a la crisis orgánica en Sumar. Díaz renunció al liderazgo del partido tras los pésimos resultados de la coalición en las elecciones europeas del pasado junio. El congreso previsto para el mes de diciembre elegirá a un nuevo líder.
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Mientras Sumar trata de atajar su crisis, Podemos mantiene su ofensiva para recuperar el liderazgo político a la izquierda del PSOE y finiquitar la aventura de Yolanda Díaz en la política.
La formación morada ha encontrado en la renuncia de Íñigo Errejón un flanco débil para atacar a Sumar y a Yolanda Díaz. Pero la dimisión de quien fuera uno de los cinco fundadores del partido no solo supone a los de Ione Belarra una oportunidad de recuperar terreno electoral sino una venganza personal contra alguien al que se considera un traidor desde que dio un portazo a los morados para crear un nuevo partido junto a la ex alcaldesa madrileña Manuela Carmena.
Ya nada más conocerse el comunicado de Errejón en el que anunciaba su marcha de la política tomaron la palabra las dos máximas responsables de la formación morada. Ione Belarra e Irene Montero vincularon a su ex antiguo dirigente y a Sumar con «la cultura de la violación». Poco después se sumó a la ofensiva Pablo Iglesias, quien aseguró que no se alegra del «final siniestro» de quien fuese su amigo, pese a no hablar con él desde hace cinco años. El ex vicepresidente también destacó que ya hace un año se habían realizado acusaciones contra su ex número dos.
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