Carles Puigdemont junto a Míriam Nogueras y Jordi Turull, los tres negociadores de Junts. Reuters

Junts recibe al Gobierno advirtiendo que «en días» empezará la negociación del referéndum

ERC, por su parte, emplaza a Sánchez a una reunión de trabajo en las próximas semanas para «no perder el tiempo» y desarrollar los puntos ya acordados

Cristian Reino

Barcelona

Lunes, 20 de noviembre 2023

Los independentistas catalanes presionan ya al nuevo Gobierno, que toma posesión este martes pero ya tiene deberes sobre la mesa. Junts, la formación que lidera Carles Puigdemont, saludó el lunes al Ejecutivo de Pedro Sánchez advirtiéndole de que «en días», antes de final de noviembre, ... debe «empezar la negociación bilateral» sobre el referéndum y el pacto fiscal. Horas después, aunque sin concretar tanto, el presidente de la Generalitat y dirigente de ERC, Pere Aragonès, manifestó que en las próximas semanas espera tener una reunión de trabajo con Sánchez para «no perder el tiempo».

Publicidad

Después de seis años, por primera vez podrán hablar sobre la autodeterminación con el Gobierno central, celebró el portavoz de Junts, Josep Rius. Esta primera reunión –dijo- será discreta, pero estrenará el mecanismo de verificación pactado en el acuerdo para reelegir presidente a Pedro Sánchez. Asimismo, como ya hiciera su portavoz parlamentaria en el reciente debate de investidura, volvió a avisar al Gobierno de que si no hay avances en la autodeterminación y el nuevo concierto económico con Cataluña, la «vida» del nuevo Ejecutivo se verá afectada.

Por su parte, Aragonès no era tan incisivo aunque sí insistía en esa dependencia política del Ejecutivo de coalición respecto al movimiento soberanista y avisaba de nuevo que «Cataluña tiene que poder votar». «Ya nos hemos visto muchas veces, ya nos conocemos. Hay unos acuerdos fijados. Y estos acuerdos se tienen que desarrollar», decía en una entrevista con TV3 y Catalunya Ràdio.

En todo caso, Junts y ERC también mostraron sus diferencias respecto a la mesa de negociación con el Gobierno central y su importancia. Mientras Aragonès abría la puerta públicamente a que formen parte de lla «el resto del independentismo y todos aquellos que defienden también el referéndum», desde el partido de Puigdemont negaban que les hubiera trasladado dicha propuesta y recordaban que el propio presidente de la Generalitat les vetó en su día. No obstante, señalaron que «siempre» han considerado «improductiva la estrategia del diálogo» y que para ellos el único fin de dicha mesa debe ser verificar que se cumple lo pactado.

Criticas a Robles y Marlaska

Ya sobre el nuevo Gobierno, Junts lamentó que Pedro Sánchez haya desaprovechado esta oportunidad para relevar a Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska al frente de las carteras de Defensa e Interior, respectivamente. En cambio, celebró la sustitución de los dos ministros que eran cuota del PSC, Miquel Iceta y Raquel Sánchez.

Publicidad

Los junteros destacaron que los socialistas catalanes pierdan influencia en el Consejo de Ministros -tendrán un representante, Jordi Hereu al frente de Industria- aunque, no obstante, no creen que el signo de este nuevo Gobierno venga determinado por quién ocupe una u otra cartera, sino por la «dependencia» de Junts. Los de Puigdemont se sienten fuertes y están dispuestos a mantener el control del Ejecutivo y tratarán de condicionar sus políticas en relación a Cataluña.

ERC también criticó la continuidad de Robles y Marlaska. Los republicanos han recibido con escepticismo el Gobierno de «alto perfil político» diseñado por Pedro Sánchez. ERC, al igual que Junts, rechazó que dos de los pesos pesados del Ejecutivo sigan al frente de Defensa e Interior. Los republicanos acusaron a los dos ministros de «falta de compromiso» con los derechos humanos.

Publicidad

El secesionismo tiene entre ceja y ceja a Grande-Marlaska por su pasado como juez de la Audiencia Nacional, por las infiltraciones policiales en movimientos nacionalistas de base. También por algunas declaraciones sobre el 'caso Tsunami Democràtic', así como por la gestión de la crisis del salto de la valla de Melilla, que acabó con decenas de inmigrantes muertos.

A Robles, los independentistas le pusieron en el centro del disparadero por el espionaje con Pegasus a miembros del secesionismo, entre ellos el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. ERC llegó a pedir la destitución de la titular de Defensa, si bien el Gobierno solo aceptó hacerlo con la entonces directora del CNI, Paz Esteban.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad