ERC apuesta por repetir con Bildu en las europeas y Junts por concurrir sin el PNV

Las relaciones entre el partido liderado por Carles Puigdemont y el PNV han dado un giro de 180 grados en los últimos años. Han recuperado la vieja alianza entre el nacionalismo vasco y Convergència y este tándem será el contrapeso de las formaciones de izquierda en el grupo de partidos que apoyan al Gobierno. Vuelve a haber sintonía entre la cúpula de Junts y Sabin Etxea. En cualquier caso, los nacionalistas catalanes abogan por no coaligarse electoralmente para la cita europea.

En 2019 el nacionalismo de centroderecha catalán se presentó en solitario y obtuvo dos escaños en un principio, que acabaron siendo tres tras la ampliación del número de parlamentarios asignados a España como consecuencia de la salida de Reino Unido de la UE. Lograron su plaza de eurodiputados: Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí. «Queremos ir con nuestro propio discurso», señalan fuentes de la dirección soberanista. Descartan, por tanto, la alianza con el PNV –que fue posible por ejemplo en 2014, aún bajo las siglas de CiU– pues entienden que los ritmos nacionales entre Cataluña y el País Vasco son distintos. No obstante, jeltzales y postconvergentes mantienen una buena relación, rehecha tras el desencuentro de octubre de 2017 y el 'procés', que provocó un distanciamiento entre Puigdemont y el lehendakari, Iñigo Urkullu.

También advierten a Pedro Sánchez, desde la cúpula de Junts, que el pacto PSOE-Sumar no va con ellos y con sus políticas. Los posconvergentes, con Puigdemont como cabeza de cartel, obtuvieron un millón de votos en las europeas de hace cuatro años. Todo apunta a que el expresidente de la Generalitat repetirá como jefe de filas en las listas a las europeas y buscará capitalizar la ley de amnistía, que para entonces podría estar ya en vigor. Estos comicios, además, tendrán en Cataluña la lectura de la primera vuelta de las catalanas. El presidente Pere Aragonès ha asegurado que hasta febrero de 2025 no convocará las autonómicas, por lo que la cita europea será clave de cara al pulso que mantienen Esquerra y Junts por la presidencia de la Generalitat.

Los republicanos, por su parte, planean repetir la estrategia de 2019 de concurrir a la cita junto a EH Bildu y BNG, aunque fuentes republicanas admiten que la candidatura «está muy verde», ya que vascos y gallegos tienen elecciones en el primer cuatrimestre del año y sus energías están, por ahora, enfocadas a sus respectivas citas autonómicas. «Estamos muy cómodos» con EH Bildu, apuntan desde la dirección republicana.

La alianza entre ERC y la izquierda abertzale va más allá de compartir candidatura en las europeas. En la pasada legislatura hicieron casi tándem en el Congreso. La lista de Esquerra, Bildu y BNG, que en 2019 se llamó 'Ahora repúblicas', obtuvo tres eurodiputados y 1,25 millones de votos. El partido que preside Oriol Junqueras tiene dos parlamentarios en la Eurocámara y EH Bildu, uno. Además afronta una prueba importante en las europeas, toda vez que en las dos últimas elecciones, las municipales y las generales, sufrió sendas derrotas, muy dolorosas.

En las locales de Barcelona, pasó de primera a cuarta fuerza. En total, se dejó 300.000 votos en las municipales. En las generales, la sangría fue de 400.000 respecto a las elecciones anteriores y retrocedió de ser la primera fuerza catalana en el Congreso a la tercera. Las europeas son, por tanto, decisivas para los republicanos en su objetivo de tratar de retener la presidencia de la Generalitat dentro de un año.