ERC amenaza con retirar el apoyo a Illa

El Govern ha tratado de enfriar esta semana la puesta en marcha del pacto fiscal. El Ejecutivo autonómico ha situado como prioritaria la negociación de unos Presupuestos del Govern, con ERC y los comunes, y no ha querido fijar una fecha para el desarrollo de la financiación singular. Esquerra se ha plantado este sábado y exige que ambas negociaciones vayan en paralelo. Los republicanos insisten en que la agencia tributaria catalana debería estar lista en 2026 para que la administración catalana pueda hacer por completa la campaña de la renta del ejercicio de 2025.

El Govern, en cambio, ha evitado calendarizar la aplicación del cupo catalán. En contra, Rovira ha exigido que el Gobierno catalán exhiba de inmediato «avances rotundos» hacia el «concierto económico» y la «soberanía fiscal». El objetivo de Illa es tener los Presupuestos aprobados para el 1 de enero. Cuenta con ERC y los comunes como socios prioritarios, pero los republicanos le han lanzado el primer aviso serio, días después de que el Govern iniciara las conversaciones para las cuentas, que le permitan tener estabilidad parlamentaria en el primer tramo de la legislatura. Esquerra quiere aprovechar la negociación presupuestaria para Illa empiece a aplicar la financiación singular, pactada como moneda de cambio para la investidura. El independentismo aprieta: lo hace Junts con el Gobierno central y hace lo suyo ERC con Illa.

ERC ha celebrado este sábado su último consejo nacional antes del congreso del partido, previsto para el 30 de noviembre. Tras la intervención de Rovira ante la cúpula republicana, Oriol Junqueras presentará esta tarde su candidatura para presidir el partido. La secretaria general, en su despedida, ha lanzado también mensajes en clave interna. El caso de los carteles contra los Maragall, mofándose del alzhéimer del expresident (impulsados desde el partido), ha enfangado el debate interno y ha destapado una estructura paralela en el partido, que operaba para lanzar campañas de guerra sucia. Rovira ha pedido «depurar responsabilidades hasta el final». Y ha emplazado a los candidatos a «repensar» el partido, tras «fallos garrafales» y «errores éticos y morales». Y ha reclamado un «debate de ideas», una referencia velada a Junqueras, al que se acusa de liderar una candidatura personalista, en ocasiones mesiánica y con un fuerte liderazgo.