Varias unidades del Leopard 2A4 aparcados en el centro logístico de Casetas (Zaragoza) y que el Ministerio de Defensa ha decidido reactivar para su envío a Ucrania. ejército de tierra

El envío de tanques a Ucrania genera incertidumbre en Defensa por su «lamentable» estado

Su mantenimiento y sostenimiento en el campo de batalla son solo algunas de las cuestiones que preocupan a los militares, junto al reducido plazo para adaptar unos blindados que consideran viejos e inferiores a los que mandarán otros países de la OTAN

Mateo Balín

Madrid

Lunes, 30 de enero 2023, 07:48

De los 108 carros de combate modelo Leopard 2A4 que dispone el Ejército de Tierra, adquiridos por el Ministerio de Defensa a Alemania hace 25 años, 58 están operativos en distintas unidades acorazadas para maniobras puntales y los 53 restantes están en desuso, aparcados desde ... hace más de una década en el almacén del centro logístico de Casetas (Zaragoza).

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Será esta última dotación de la que saldrán inicialmente los carros de combate elegidos para ser enviados a Ucrania. Ello pese al reconocimiento de la ministra Margarita Robles del estado «absolutamente lamentable» y con riesgo incluso «para las personas» que supone su uso, después de la visita que hizo en agosto a la Agrupación de Apoyo Logístico número 41, con sede principal en la capital aragonesa.

La decisión, por lo tanto, de elegir estos carros artillados vetustos y en desuso, que requieren una puesta a punto en el denominado «cuarto escalón» -una revisión a fondo, más profunda de lo habitual-, genera incertidumbre en el Comité de Dirección de Defensa, según admiten fuentes ministeriales.

Modelo antiguo

En primer lugar por el riesgo asumido que supone mandar a Ucrania un modelo adquirido en los años noventa, ampliamente superado (dos generaciones de desarrollo) por otras dotaciones de Leopard que los aliados pondrán a disposición del Ejército ucraniano.

En segundo lugar por criterios meramente técnicos, ante la creencia de que su mantenimiento y sostenimiento en el campo de batalla son inciertos a día de hoy: el hecho es que nunca han operando en una guerra y requerirán incluso una cadena de apoyo diferente al del resto de socios.

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En tercer lugar por la obligación de desempolvar los obsoletos manuales para instruir a las unidades acorazadas ucranianas que se hagan cargo de estos carros de combate, con el añadido de que deben desprenderse de la biónica propia de la OTAN (sistemas tecnológicos) por razones de seguridad, ante la posibilidad de que caigan en manos rusas en el frente bélico.

Finalmente, está el plazo marcado para reactivar los Leopard 2A4 de Casetas. Aunque no faltarán medios humanos y presupuesto, no se cree que en menos de dos o tres meses puedan estar listos o al menos tener una idea aproximada de cuántas unidades podrá aportar España. En definitiva, la apuesta es arriesgada y en Defensa ya lo admiten.

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