«Yolanda Díaz se marcó unos tiempos, pero el año preelectoral nos apremia a todos»

–No parece que las relaciones entre Podemos y otras formaciones de izquierda atraviesen su mejor momento.

–Podemos siempre ha tenido muy claro su objetivo, ser una fuerza política muy permeable, nunca hemos utilizado el partido como una estructura estática que no pudiera adaptarse al momento político concreto. Cuando hubo que adaptarse e ir en coalición con otras organizaciones se hizo, cuando hubo que mutar el nombre se hizo... Ahora estamos en un escenario diferente, lo que Podemos tiene que hacer es constituirse como una herramienta que sirva a los ciudadanos.

–Pero han lanzado mensajes directos al «proyecto de país» de Yolanda Díaz, reivindicando que los partidos son necesarios en contra de dar todo el protagonismo a los ciudadanos.

–Defendemos que Podemos nunca ha sido un partido clásico, con las malas costumbres que tiene el bipartidismo. Nuestro funcionamiento es mucho más amplio, más parecido a un movimiento ciudadano.

–Es un debate interesante, pero en lo mundano se van a tener que poner de acuerdo con Díaz y este fin de semana han colisionado en varias ocasiones.

–Habría que preguntarle a ella si cree que hay colisión. Yo creo que Yolanda está poniendo en marcha un proyecto que no es tan diferente de lo que proponía Podemos en primera instancia y que luego, como nos pasó a nosotros, es el paso del tiempo el que marca cómo te vas a presentar a nivel electoral. Yolanda ahora mismo está en ese proceso de construcción de su partido que es Sumar y termine como termine ese proceso tendremos que hablar, evidentemente. La izquierda tendrá que entenderse.

–¿La vicepresidenta va tarde en ese proyecto?

–Son los tiempos que ella se ha marcardo pero para Podemos es un año preelectoral por lo que los tiempos nos apremian a todos.

–¿En qué punto están las conversaciones con IU?

–Siempre han estado abiertas y en proceso. Lo único que pedimos es que haya un acuerdo político justo, que respete la capacidad electoral de cada organización. Con eso estaremos dispuestos a pactar sin problemas.

–¿Qué lecciones sacaron del fracaso andaluz?

–En un momento de tanta incertidumbre como el actual, la política tiene que dar seguridades. El ciudadano tiene que saber lo que está votando. Una de las cosas a mejorar es que nuestro votante tiene que poder reconocerse.

–¿Las rencillas internas ente partidos de izquierdas no contribuyen al desapego de su electorado?

–Probablemente. Eso hay que solucionarlo haciendo política.

–¿La ley trans va a estar lista antes de final de año?

–Es un imperativo político, tiene que estar lista antes de final de año. Creo que ya es innegable que la sociedad está empujando para que exista esta ley, las personas trans y LGTBI+ sufren violencia en su vida diaria y cada día que se retrase esto va a durar más.

–¿Ha habido un cambio generacional en el feminismo?

–Las nuevas generaciones entienden el feminismo de una manera mucho más abierta y más inclusiva.

–¿Y en el PSOE?

–El PSOE tiene abierto un debate político que aún no ha sido capaz de resolver, pero es un debate que me parece ficticio, estamos hablando de dotar de derechos a las personas.

–Las divergencias entre PSOE y Unidas Podemos se van acumulando: la ley de familias, la derogación de la ley mordaza, la ley de vivienda... ¿Siguen pensando que van a llegar juntos al final de la legislatura?

–Hemos defendido desde el primer día que el Gobierno de coalición es el mejor que podemos tener ahora mismo, no es el mejor que podemos imaginar pero evidentemente nuestra intención es seguir defendiendo que el Gobierno, ahora que quedan siete meses para el nuevo ciclo electoral, lo que tiene que hacer es gobernar con más fuerza, con más propuestas, de tal manera que los españoles puedan hacer un balance de estos años y decidir a quién apoya.

–¿Pueden seguir sapos como el aumento del gasto militar?

–La línea roja es el balance, si las políticas del Gobierno de coalición compensan para que los españoles puedan tener mejores condiciones de vida, para nosotros claro que compensa.

–¿El ministro Marlaska debe dimitir si se demuestra que mintió en la tragedia de la valla de Melilla?

–Lo que debería hacer es analizar e investigar bien lo que ha pasado y explicarlo.

–¿El nombre de Victoria Rosell estaba en el acuerdo del Poder Judicial antes de romperse?

–Es evidente que ha habido un veto a Rosell desde el mismo momento en que su nombre está encima de la mesa. Además con un argumento que no se sostiene por parte de un partido que pide la independencia militar y ha colocado a jueces afines. No había una voluntad real de renovar ese órgano.

-Estos asuntos pueden quedar en un segundo plano por la emergencia climática. ¿Tiene alguna esperanza de la COP 27 proponga soluciones realistas?

-Estaré en la COP27, en Egipto. Es cierto que estas cumbres son necesarias y son pasos de esa lucha contra el cambio climático, pero lo que hace falta es que los Gobiernos demuestren su acción con medidas. Hay gobiernos que lo demuestran y otros no. En el caso del Gobierno de España creo que hace falta más ambición, sobre todo en un momento clave como este. La Agenda 2030 tiene un por qué político, que ningún Gobierno se despiste, es un escudo protector.

-¿De qué nos sirve si China o Rusian no se comprometen?

-Y no solamente China o Rusia, también grandes corporaciones. Yo creo que la responsabilidad para paliar el cambio climático no solo puede recaer en los ciudadanos.