
Los entresijos de la infiltración policial al descubierto
ATLAS ESPAÑA
Lunes, 13 de febrero 2023, 07:26
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Mire alrededor ¿de verdad todos somos quien decimos ser? El pensador italiano Maquiavelo escribió: "Pocos ven lo que somos, pero advierten lo que aparentamos". En eso se basa una infiltración. Iñaki Sanjuán debuta como escritor de "Operación Protector. La infiltración policial al descubierto". También es inspector jefe de la Brigada Provincial de Información de Madrid. Le entrevistamos en el "Museo de las ilusiones" de Madrid, donde reina la confusión y lo que es, no es lo que parece. De la misma forma que cuando policía finge un personaje para introducirse en un entorno criminal. A diferencia de otros autores que hablan de oídas, él sabe lo que se trae entre manos, lleva trabajando en ello habla desde hace siete años. De hecho, la novela está basada en hechos reales sobre la preparación de un atentado en España parecido al que sucedió en Paris en 2015 en la sala Bataclán y en la que murieron 130 personas y 415 resultaron heridas. "Para empezar- señala Sanjuán- hay tres tipos de personas para la captación de información: el confidente, el agente infiltrado y el encubierto. El primero no es policía, es un informador. Los otros dos son policías, pero mientras que el primero capta información a efectos de inteligencia, de prevención, el otro, el encubierto, puede llegar a cometer delitos pero siempre bajo autorización judicial, lo que le hace llegar más lejos dentro de una organización". Por ejemplo, le pueden dejar traficar con droga, siempre que el objetivo que consiga sea mucho mayor, por ejemplo escalar en la red criminal. La información de un policía infiltrado o encubierto es la más fidedigna. La del confidente puede estar contaminada por múltiples motivos como desviar la atención de los agentes. El problema es que hacer una buena infiltración requiere una inversión de mucho tiempo e incluso corre el riesgo de ser descubierto como le sucedió recientemente a un agente en círculos antisistema de Barcelona. Mientras que con un confidente la información llega más rápido. De hecho pueden darse carambolas como la del mayor éxito de una operación policial en la lucha contra ETA a finales de marzo de 1992. El cómplice que los escondía en su casa no estaba arrepentido de la barbarie que habían sembrado. Lo que le llevó a delatarles fue un "ataque de cuernos". Descubrió que los dirigentes se acostaban con su mujer y su hija y por eso los delató. Los agentes infiltrados y los encubiertos deben tener una coartada perfecta para cualquier momento como señala Iñaki Sanjuán, que en el video nos revela muchas más claves. Por ejemplo, como hay que tener todo absolutamente atado para que no pueda ser descubierto si tiene que ausentarse de una reunión con los criminales. Pero tan importante como meterse en una organización es también salir de ella, desaparecer de su campo de acción una vez que la recogida de información ha sido satisfactoria.-Redacción-
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