La infanta Cristina visita a don Juan Carlos tras abandonar la UCI

La hermana de Felipe VI llegó a primera hora de la tarde a la clínica Quirón acompañada de Juan, Irene y Miguel, con rostro serio y sin querer hacer ninguna declaración. Tras visitar a su padre durante poco más de treinta minutos, Cristina de Borbón abandonaba las instalaciones y se limitaba a responder a los periodistas que aguardaban en la puerta que don Juan Carlos se encontraba «muy bien».

Una vista exprés en la que la infanta evitó coincidir en todo momento con los Reyes, una imagen que se ha producido en contadas ocasiones desde que estallase en 2010 el 'caso Noos', por el que su marido Iñaki Urdangarin cumple una pena de cinco años y diez meses de prisión. Se desconoce si aprovechando su paso por Madrid, la doña Cristina y su familia se dirigieron a la cárcel de Brieva, en Ávila, para reencontrarse con Urdangarin.

Además de la visita de la infanta Cristina, también se espera la de su hermana Elena y la de sus nietos Felipe y Victoria quien, desde que el Rey emérito diese un paso al lado en favor de Felipe VI, se han convertido en uno de sus máximos apoyos. Han sido numerosas las ocasiones en las que se les ha visto compartir mantel o disfrutar de una tarde de toros.

Según el último parte médico, don Juan Carlos mantiene buen estado de ánimo, tolera dieta blanda e «incluso ha dado unos pasos». El domingo ya comenzó a ingerir alimentos e incluso se pudo incorporar para sentarse, aunque aún no podía ponerse de pie durante mucho tiempo. Ese lunes el Rey emérito ya empezó a realizar ejercicios de fisioterapia cardiorrespiratoria y se le retiraron los drenajes.

Don Juan Carlos ingresó el viernes por la noche en la clínica Quirón y al día siguiente fue intervenido a corazón abierto por un equipo dirigido por el doctor Alberto Forteza, jefe de Cirugía Cardíaca del hospital. «Ha ido todo perfecto», aseguró Felipe VI tras concluir la operación. Según Zarzuela, ésta fue programada en junio cuando el monarca se sometió a una revisión médica anual y los facultativos le detectaron una dolencia cardíaca que debía ser corregida en el quirófano. El Rey confirmó 24 horas después ante la prensa que había sido «una gran cirugía». «No es cualquier cosa», dijo don Felipe y avisó de que habrá que tener paciencia con su recuperación porque no se puede «correr mucho».