Eduardo Zaplana, ingresado en el hospital La Fe de Valencia desde el lunes

Al exministro se le diagnosticó leucemia en 2015, lo que mantiene su sistema de defensas a niveles tan bajos que su familia y los médicos que le han tratado llevan meses pidiendo su salida de prisión. A esta petición se han sumado políticos y cargos públicos de todo signo político, tanto a nivel nacional como autonómico. Sin embargo, estas peticiones han sido desestimadas por ahora. No obstante, el delicado estado de salud de Zaplana es tan evidente que los servicios médicos del centro penitenciario han decidido el traslado a un espacio sanitariamente más seguro, como es el caso de La Fe.

El exministro y expresidente cumplió el 24 de noviembre seis meses en prisión incondicional sin fianza por el caso Erial, aún bajo secreto de sumario, sin que abogados ni familia hayan convencido aún a la jueza ni a los forenses del riesgo para su salud por seguir encarcelado.

El 20 de septiembre se conoció que el cuarto informe médico al que había sido sometido Zaplana, enfermo de leucemia, concluía que su salud no corre peligro en Picassent, donde está ingresado en prisión preventiva por su presunta implicación en delitos de cohecho, blanqueo de capitales, malversación y prevaricación.

Cada quince días, el también expresidente del PP valenciano y exdirectivo de Telefónica acude desde la citada cárcel al Hospital La Fe de Valencia para someterse a distintas pruebas médicas y recibir tratamiento para su dolencia que padece desde 2015, cuando se sometió a un trasplante de médula. Ese último examen médico -por parte de forenses del Instituto de Medicina Legal- fue autorizado por la Audiencia Provincial a petición de la defensa de Zaplana, que argumenta que, mientras permanece en prisión, corre el riesgo de sufrir una infección grave con riesgo vital.