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Ainhoa de las Heras
Domingo, 29 de octubre 2023, 09:54
Le llamaban 'Titi' porque cuando era pequeño pronunciaba así, con lengua de trapo, su nombre. Israel P.B., de 51 años, «era un niño grande. Disfrutaba todo como si fuera la primera vez. Era especial. No veía la maldad que hay en la vida. Nunca ... le escuché hablar mal de nadie». Dos de sus hermanos y una tía describen a este periódico cómo era la víctima del conocido como 'crimen de la maleta' «para que se sepa que no estaba solo. Él eligió vivir así, por su cuenta, atrapado en la juventud. Tenía una familia, unos hermanos y tíos que le queríamos y esto nos ha destrozado». Una de las cosas que les quita el sueño es saber si 'Titi' sufrió mucho antes de morir. En el funeral, muy emotivo, «tuvimos que abrazarnos a un ataúd. Hasta eso nos han robado. No han tenido ni un mínimo de humanidad. Qué clase de persona es capaz de hacerle eso a un ser humano», se duelen.
Dos hombres, que responden a las iniciales G. y A., han ingresado en prisión provisional por orden judicial tras ser detenidos por la Ertzaintza acusados de matarle, descuartizarle y quemarle para intentar deshacerse del cadáver. Otras dos mujeres han quedado en libertad con cargos por homicidio y/o encubrimiento. Un quinto individuo está también imputado. Formaban parte de un mismo grupo de amigos. «Sabíamos que tenían que haber sido los del piso, pero pensábamos que era gente que no le tenía que conocer porque conociéndole no le podías hacer daño», declara su hermana, con los ojos llenos de lágrimas.
Ella fue la última persona de la familia con la que habló el pasado 16 de agosto. «Le encontré como siempre. Súper normal». 'Titi' siempre había vivido en Astrabudua con un amigo, pero éste tenía problemas de salud. Su hermana le acogió en casa durante el pasado mes de julio. Se fueron juntos de vacaciones a Galicia. «Estaba muy ilusionado por comerse una mariscada. Jugaba con los niños como uno más». Pero 'Titi' «era un alma libre y le gustaba estar solo. No quería normas». «¡Menuda desgracia. Si solo llevaba 15 o 20 días viviendo allí!», protesta la hermana.
Una antigua novia, que es una de las arrestadas, «le había ayudado a buscar una habitación de alquiler en Las Arenas, decía él, aunque en realidad es en Romo». «La habitación es grande y está bien», les transmitía por teléfono. «Hasta que encuentre algo mejor...» Dado el perfil de los sospechosos, con antecedentes penales y problemas con las drogas, ahora sus hermanos creen que «cayó en esa casa por casualidad, pero ese no era su ambiente, él no se drogaba».
Albañil de profesión, quedó incapacitado por una lesión en una rodilla que se hizo trabajando y cobraba una pequeña pensión. Además trabajaba en Lantegi Batuak en la limpieza por las noches. Tenía un 'Audi A4' de «25 años» y barajaba comprar un coche nuevo si este no pasaba ya la ITV. «Disfrutaba mucho con la familia y los amigos. En Nochevieja y en los cumpleaños era feliz. No se le olvidaba ninguno y siempre venía con un regalo. Cuando no tuvo dinero, aunque fuera compraba una linterna del 'chino' y la envolvía en un billete de cinco euros», sonríen recordándolo. Por eso, cuando el pasado 22 de agosto no felicitó a su hermano, pensaron «¡qué raro!».
Los tres familiares escucharon la noticia del hallazgo de un cadáver descuartizado y calcinado el pasado 19 de agosto en un restaurante abandonado del monte Artxanda con horror, totalmente ajenos a la tragedia que les acechaba. «¡Pero cómo nos íbamos a imaginar que era él!». «Habrá sido un ajuste de cuentas. ¡Qué heavy!», se alarmó la hermana. Los agentes del Servicio de Investigación Criminal Territorial de Bizkaia (SICTB) de la Ertzaintza que se encargaron del caso desde el principio, a los que están muy agradecidos «por su trabajo día y noche y por no haberse olvidado de mi hermano», descubrieron entre los restos del incendio un chaleco de la empresa para la que trabajaba la víctima y contactaron con el responsable, quien les confirmó que uno de los trabajadores no había acudido al puesto de trabajo. Era Israel.
«Estaba de vacaciones y se reincorporaba ese lunes, día 21 de agosto», aunque nunca lo hizo. «Lo primero que pensamos es que podía haber tenido un accidente de tráfico, jamás esto». Estaba empadronado en casa de su hermana y le había puesto a ella en el trabajo como persona de referencia. El día 1 de septiembre, la mujer recibió una llamada de la Ertzaintza. «¿Cuándo has hablado con él por última vez?», le preguntaron los agentes. «No podemos darle información por teléfono. Pásese por comisaría».
Cuando llegó, un ertzaina le soltó: «Se lo voy a decir directamente. ¿Habéis oído lo de la maleta? Pues es tu hermano». Al escuchar aquello, se quedó en shock. «No era capaz de entender nada». Le recogieron muestras para cotejar el ADN y le pidieron que guardara el secreto. En los días posteriores, se lo fue comunicando exclusivamente a sus otros dos hermanos. «No queríamos dar una información sin respuestas ni hacer daño sin saber exactamente lo que había ocurrido. Nos lo tragamos nosotros». «No se lo dije ni a mi pareja. Fue muy duro ir a trabajar y no poder hablarlo con nadie».
Su tía, que vive en Astrabudua, muy cerca de donde se alojaba antes 'Titi', tenía una relación estrecha con él. «Era como mi hijo. Le veía desde el balcón, cuando iba al supermercado de compras. Desayunaba siempre en el mismo bar...». Una vecina le avisó de que «había aparecido en una degustación una bolsa con unos calzoncillos y unos calcetines sin estrenar y una cartilla del banco a nombre de Israel», según se publicó en una página de Facebook. «Por segundos te agarras a un clavo ardiendo», reconoce la hermana. «A ver si está vivo y ha sido una equivocación», llegó a pensar. Pero esas pertenencias llevaban allí desde las fiestas de Astrabudua, que se celebraron a partir del 9 de agosto. 'Titi' se las había dejado olvidadas allí.
«No era su momento. Aún le quedaban muchos partidos de ver jugar a fútbol a sus sobrinos como orgulloso tío. Era súper cariñoso». Con una mezcla de «pena y rabia», su familia solo espera que «quien lo haya hecho, lo pague».
Hallazgo cadáver Dos indigentes encontraron restos humanos en un incendio en un restaurante abandonado del monte Artxanda y avisaron a la Ertzaintza en la madrugada del pasado 19 de agosto.
Identificación La Ertzaintza comunicó a la familia que el cuerpo descuartizado y calcinado en una maleta correspondía a Israel P.B.
Detenidos El pasado martes, 24 de octubre, la Ertzaintza arrestó a dos hombres y dos mujeres e imputó a un quinto por el homicidio y su encubrimiento.
A prisión Tras ser puestos a disposición judicial entre el martes y el pasado jueves, dos de los arrestados ingresaron en prisión provisional y las otras dos quedaron libres con cargos.
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