Carles Puigdemont durante su discurso en el paseo Lluís Companys de Barcelona. EFE

Así ha sido el discurso de Puigdemont a su regreso a Cataluña

El expresindente de la Generalitat Carles Puigdemont se ha pronunciado tras casi siete años huido en el extranjero en el acto de bienvenida junto al Parlament, pese a la orden de detención nacional contra él

Colpisa

Barcelona

Jueves, 8 de agosto 2024, 10:20

«Muy buenos días. Estimados compatriotas, muy buenos días.

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Hace siete años que nos persiguen por querer escuchar la voz del pueblo de Catalunya. Hace siete años que iniciaron una durísima represión que nos ha llevado a la prisión y al exilio, que ha afectado ... la vida de miles y miles de personas por el hecho de ser independentistas. A veces, solo por el hecho de hablar en catalán. Y han convertido el ser catalán en una cosa sospechosa. En estos siete años, la represión ha causado muchos estragos y los seguirá causando mientras no se ature la politización de la justicia, mientras cuatro jueces manen más que un parlamento, mientras se permita al Partido Popular controlar la sala segunda del Tribunal Supremo por la puerta de atrás y mientras se permita que Vox ejerza de acusación particular por perseguir a disidentes políticos.

Pero, a pesar de sus esfuerzos, a pesar de que han querido hacernos mucho daño, a pesar de que hemos visto su cara de represores, hoy he venido aquí para recordarles que aún estamos aquí, aún estamos aquí. Y aún estamos aquí porque no tenemos derecho a renunciar. ¿Sabéis por qué no tenemos derecho a renunciar? Porque el derecho a la autodeterminación pertenece a los pueblos, a la gente que vive ahí, y, por lo tanto, nadie desde la política tiene derecho a renunciar a un derecho que es colectivo: el derecho del pueblo de Catalunya a decidir libremente su futuro.

Mirad, hoy muchos piensan festejar que yo sea arrestado y pensarán que el escarnio nos y os disuadirán, que para escarmentar vale la pena incumplir incluso una ley aprobada por su parlamento. Pero se equivocan. Y en su error arrastrarán una vez más la credibilidad de la democracia española, aunque sabemos que eso les importa poco. Pero no nos dejemos engatusar, no nos dejemos confundir: ni es, ni era, ni será nunca un delito hacer un referéndum, ni es, ni era, ni será nunca un delito obedecer el mandato del Parlament de Catalunya. El Parlament que ahora está convocado para elegir al 'president' de Catalunya. Y no siempre ha podido elegir sus presidentes con libertad y normalidad demócratica.

2,3 millones de personas votaron ahora hará siete años. Respondisteis, respondimos a la pregunta que propuso el gobierno que yo presidía y que fue posible gracias a una ley aprobada, si, por el Parlament de Catalunya. Y de esa victoria, porque fue una victoria, surgió una represión feroz, una represión que ha ido interfiriendo en nuestras vidas y en nuestras instituciones.

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La ley de amnistía tenía que servir para devolver a la política lo que no debía haberse ido nunca de la política, pero a unos cuantos señores del Supremo esto ni les gusta ni les conviene. De manera que, en un país donde las leyes de amnistía no amnistían, no nos interesa ser. En un país donde las leyes de amnistía no amnistían tiene un problema de naturaleza democrática.

Mirad, queridos compatriotas. En un rato tenemos una sesión importante, como todas las sesiones que hace el Parlament de Catalunya. Nosotros somos aquellos que si, aceptamos aquello que aprueba nuestro parlamento, nos guste o no. Tenemos que hacer la nuestra. Y en los días difíciles tenemos que apoyarnos y saber preparar nuevas oportunidades, porque las tendremos y nos las ganaremos.

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No sé cuándo volveremos a vernos, amigos y amigas, pero pase lo que pase, pase lo que pase, que cuando volvamos a vernos podamos volver a gritar juntos y bien fuerte el grito con el que ahora acabaré mi discurso: visca Catalunya lliure!«.

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