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Baja el nivel de violencia en Barcelona

Baja el nivel de violencia en Barcelona

Cataluña vivió este jueves su cuarta jornada de movilización independentista contra la sentencia del Supremo, con manifestaciones pacíficas y algunos incidentes de menor magnitud que en las tres noches anteriores

Jueves, 17 de octubre 2019

Por fin tregua. O casi. Por primera vez desde que el Tribunal Supremo diera a conocer el lunes la sentencia contra los líderes independentistas las calles de Cataluña no fueron un campo de batalla.

En Barcelona, epicentro de las algaradas radicales de los últimos días con numerosas quemas de vehículos y lanzamientos de cócteles molotov,

Los Comités para la Defensa de la República (CDR), empoderados después de haber logrado sembrar durante dos días consecutivos el caos en Cataluña y haber logrado poner contra las cuerdas al dispositivo conjunto de Policía Nacional y Mossos para mantener el orden en Barcelona,

La convocatoria independentista resultó menor que los últimos días y fue aprovechada por

Solo la carga de los Mossos contra los grupos de extrema derecha impidió que partidarios de unos y otros llegaran al cuerpo a cuerpo. Pero a partir de la intervención policial, como ha ocurrido en las últimas jornadas, empezó el caos.

Los radicales independentistas aprovecharon la coyuntura para provocar incidentes en la calle Balmes y cercanías, una de las arterias principales que cruza de norte a sur la ciudad. Hubo nuevas barricadas de fuego, aunque no de la envergadura de los últimos días.

También los ultras españolistas emplearon la violencia. Y el objetivo de sus centenares de activistas, entre los que había numerosas personas de estética neonazi, fueron los Mossos, a los que lanzaron elementos pirotécnicos.

Tras los ataques a los policías autonómicos, varios grupos de ultras encapuchados se dispersaron para agredir a los activistas independentistas que habían participado en la convocatoria de los Comités de Defensa de la República. De hecho, los canales de comunicación de los CDR de inmediato dieron cuenta de varias palizas a militantes secesionistas.

Ya fuera de Barcelona, en las capitales de Gerona y Tarragona, también se registraron incidentes. Fueron, sobre todo,

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