Verónica Martínez gana enteros para sustituir a Errejón como portavoz de Sumar en el Congreso

En medio de un clima de «bomba nuclear», como lo definieron algunas voces de la bancada magenta hace una semana, y con la moral «muy baja», hay una opción unánime entre los 27 parlamentarios del grupo: la nueva portavoz debe ser una mujer. En esa línea, gana enteros la diputada pontevedresa de Movimiento Sumar, Verónica Martínez Barbero, cuyo nombre, junto al de la diputada de los comunes Aina Vidal, es el que más consenso genera actualmente. Precisamente, su ausencia este martes en la reunión por un viaje, fue uno de los motivos, aseguran desde Sumar, que ha provocado el retraso en un nombramiento cuya necesidad consideran «urgente» para empezar a pasar, primer, página del escándalo protagonizado por el que fuera uno de sus rostros más emblemáticos y, segundo, porque los tiempos políticos siguen corriendo y ya mañana está prevista una reunión de la Junta de Portavoces.

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Exdirectora general de Trabajo con Yolanda Díaz en la pasada legislatura, con una trayectoria eminentemente técnica y experta en materia laboral, Martínez Barbero se convertiría en la tercera portavoz parlamentaria de Sumar en lo que llevamos de legislatura tras el propio Errejón y, anteriormente, Marta Lois, que también era persona de confianza de Díaz y abandonó el cargo para liderar la candidatura del partido a las elecciones gallegas del 18-F, en la que la marca no obtuvo representación.

En ese contexto de interinidad marcado por la renuncia de Díaz a los cargos orgánicos del partido que fundó y acentuada por la conmoción por las acusaciones contra el exportavoz que ella misma nombró hace apenas nueve meses, el resto de organizaciones que forman parte de la bancada en elCongreso buscan de esta reunión reconfigurar los equilibrios de poder en el grupo parlamentario.

Formaciones como Izquierda Unida o Compromís abogan por un cambio integral de la organización del mismo y, sobre todo, la adopción de un método «más horizontal y democrático» en la toma de decisiones de la coalición, muy dependiente del liderazgo de la vicepresidenta segunda –que aún ostenta la presidencia del grupo parlamentario–.

Sin embargo, y cuando Movimiento Sumar plantea retrasar su asamblea prevista para mediados de diciembre– todos los partidos abogan por una decisión de consenso en las portavocías y otros cargos en el Congreso.