El ruido generado por las divergencias entre PSOEy Unidas Podemos por la reforma de la ley del 'solo sí es sí' ha opacado la recta final del proceso de escucha de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. La líder gallega aún no ha especificado novedades sobre ... su hoja de ruta a Podemos ni a otros actores de la izquierda, que llevan pidiendo desde hace meses a la también ministra de Trabajo que «aclare» si presentará su candidatura a las próximas generales y cómo lo hará. Pero Díaz quiere evitar que su proyecto político nazca marcado por lo que ella misma denomina «pequeña política», es decir, las divergencias partidistas que «no importan a la gente». Una posición que mantiene en vilo a morados y socialistas.
Publicidad
En diciembre, desde el entorno de Díaz ya comenzaron a reconocer la necesidad de «acelerar» la eclosión de Sumar, sobre todo en un momento marcado por la orfandad de liderazgo en el espacio morado, cuyas fuerzas comenzaban a negociar las candidaturas para las autonómicas y locales del 28 de mayo, en las que la vicepresidenta segunda ya descartó presentar su plataforma.
Un mes más tarde, el 12 de enero, Díaz lanzó las primeras claves de su «programa de país para la próxima década» en un acto en Madrid con aroma a nacimiento de partido.Aunque no avanzó más que una docena de propuestas, hizo una declaración de intenciones reivindicando la transversalidad de su proyecto al tiempo que rehusó situarse en «la esquina del tablero» a la izquierda del PSOE.
La resolución de una candidatura común de izquierdas parecía haber alcanzado velocidad de crucero. La líder gallega vio con buenos ojos, una semana más tarde, la propuesta del coordinador de Izquierda Unida, Alberto Garzón, de crear una mesa de partidos en los que todos los actores del espacio morado (comunes, Compromís, Más País, Podemos e IU) estuvieran representados al mismo nivel. El objetivo era negociar cuestiones clave –que a día de hoy siguen en barbecho– como las primarias, las candidaturas o el reparto de cuotas de poder, la cuestión más espinosa, especialmente para Podemos, que se reivindica como la «fuerza hegemónica» del espacio.
Publicidad
Estos avances se evidenciaron especialmente durante la última semana de enero. Primero, un mensaje de felicitación de la vicepresidenta por los nueve años de la formación con tono afectuoso y una promesa que sorprendió en Podemos: «Nos queda mucho por hacer durante la próxima década».Poco después, Díaz y la ministra de Igualdad,Irene Montero, acudieron juntas a un acto en Palma sobre memoria democrática. Fue algo más que un gesto, ambas llevaban meses sin coincidir en público, con los canales de comunicación dedicados solo para cuestiones puramente gubernamentales. Pero aquél mismo sábado, que se prometía plácido, se filtró a la prensa que los ministerios de Justicia e Igualdad llevaban negociando en secreto desde el 8 de diciembre la reforma de la ley del 'solo sí es sí'. Cuestión que, desde entonces, ha fagocitado todo el debate a nivel político nacional.
Desde la dirección de Podemos se muestran cautos, quieren evitar «presionar» a la vicepresidenta segunda, a la que ungió como sucesora su anterior secretario general, Pablo Iglesias, pero al mismo tiempo su paciencia se agota al no tener noticias por parte de Díaz. A estas alturas de febrero, entienden, ya debería haber sustanciado su futuro con hechos concretos. «Creemos que puede dar el paso adelante en marzo, pero lo cierto es que aún no nos ha comunicado nada», lamentan fuentes cercanas a la dirección del partido morado.
Publicidad
En esta incertidumbre, ambas partes se siguen cruzando mensajes velados sobre como responder a la crisis abierta por el 'solo sí es sí'. Mientras los de Ione Belarra admiten que a Díaz «no le gusta meterse en charcos» y optan por redoblar la presencia de Irene Montero y la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez 'Pam', en medios de comunicación, desde el entorno de la vicepresidenta segunda creen que es necesario «bajar el ruido» y acabar con la sobrexposición mediática. Precisamente el perfil bajo que los morados le afean.
La indecisión de la líder gallega no mantiene en vilo solo a las formaciones llamadas a configurar un «frente amplio», los socialistastambién está expectantes y reconocen cierto malestar por la indecisión de Díaz. Pedro Sánchez ya dejó clara su postura durante el 40 Congreso del PSOE: «Necesitamos a todo el espacio progresista en plena forma».
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.