La cúpula de los Mossos trata de aplacar el malestar de los agentes por la falta de apoyo político

En el seno del cuerpo hay malestar por los ataques recibidos por parte de los responsables políticos y por la falta de un apoyo cerrado por parte del presidente de la Generalitat, quien ha evitado muestras de respaldo público durante buena parte de sus apariciones públicas. A diferencia del presidente del Gobierno, que se desplazó a Barcelona para escenificar el apoyo del Ejecutivo con la Policía Nacional, a la que visitó en la Jefatura Superior de Policía y a los agentes heridos en el hospital. Fuentes sindicales ven «lamentable» que se les acuse de provocar los disturbios, que se les ataque políticamente y que el debate en el Parlamento catalán se centre únicamente en la actuación de la Policía catalana y no en la violencia que han exhibido los manifestantes.

Por ello, Sallent trasladó el «reconocimiento y agradecimiento» de «muchas instituciones, entidades y particulares» que le han hecho llegar mensajes de apoyo que ponen en valor el trabajo que están haciendo «al servicio de la ciudadanía». «Nunca antes nos habíamos enfrentado a una protesta con tanta violencia en la calle», afirma el máximo responsable del cuerpo en la carta dirigida a los 17.000 agentes, en la que critica que las acciones del colectivo «no siempre han sido entendidas ni compartidas por todos, pero se han hecho con la misma profesionalidad de siempre».

Torra, en cambio, evita las palabras de ánimo y apoyo al cuerpo autonómico, lo que le ha llevado a enfrentarse con su consejero del Interior. Aunque si no le ha cesado, apuntan fuentes republicanas, es porque avala su gestión. Fuentes independentistas apuntan además que en las reuniones del gabinete de crisis que se celebraron durante la semana pasada mientras la calle ardía, Pere Aragonès (ERC) defendió más a Miquel Buch (JxCat) que el propio presidente de la Generalitat. Torra y Buch volvieron este miércoles a exhibir sus diferencias en la Cámara catalana. Mientras el presidente de la Generalitat volvió a poner a los Mossos en la picota, quien salió en su defensa fue el consejero del Interior.

El presidente catalán anunció el martes que había instado a Buch a que abra una investigación interna para depurar responsabilidades por actuaciones irregulares en las cargas contra los manifestantes en los últimos días y también anunció que impulsará una comisión de investigación en la Cámara catalana. Torra no solo eludió este miércoles apoyar a los agentes, de los que es la máxima autoridad, sino que dio la «razón» a la CUP en la exposición de hechos que hizo sobre las algaradas, en las que se registraron 600 heridos, cuatro de los cuales han perdido la visión en un ojo.

Los anticapitalistas, actuando casi de portavoces de los CDR, volvieron a pedir la cabeza del consejero del Interior y la expulsión de los agentes que hayan actuado de forma irregular. «¿Creen que me han gustado ciertas imágenes y actuaciones?», replicó el mandatario nacionalista a la bancada anticapitalista. Y avisó además que estará «especialmente atento» al resultado de las investigaciones internas que le ha encargado al consejero del Interior para «depurar» responsabilidades.

Según datos facilitados por Buch en el Parlament, 514 agentes han sido sancionados en diez años por mala praxis policial sobre un total de 17.000 efectivos. Abogados de colectivos de defensa de los derechos humanos han contabilizado 122 casos de violencia policial durante los disturbios, de los que el 60% son atribuibles a los Mossos.