La CUP entraría al Govern a cambio de un referéndum esta legislatura

La CUP ha celebrado este miércoles por la tarde una conferencia política, a la que ha asistido Pere Aragonès, candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, en la que la formación de la izquierda radical se ha mostrado dispuesta a formar parte del futuro gobierno catalán, aunque no ha aclarado su posición y todo dependerá de lo que cedan ERC y Junts en las negociaciones y lo que acaben decidiendo las bases. Podría entrar al Govern, si hay acuerdo a tres con ERC y Junts o podría quedarse fuera del Ejecutivo, pero facilitando la investidura, ya sea votando a favor de Aragonès para que gane la votación en primera ronda o absteniéndose, lo que le permitiría salir elegido en segunda vuelta.

Las exigencias de la CUP, no obstante, son a día de hoy inasumibles para Pere Aragonès. Los anticapitalistas reclaman una hoja de ruta compartida entre los tres grupos secesionistas para lanzar un nuevo «embate» al Estado, con la celebración de un nuevo referéndum ilegal antes de 2025, antes del final de la legislatura. Los independentistas han asegurado que no reclaman un nuevo 1-O, sino un referéndum al que se llegue con las estructuras de estado en marcha. «Confrontación, ruptura y desobediencia» es la receta que pone sobre la mesa la formación nacionalista, que insta a ERC y Junts a que salgan de la zona de confort. Los anticapitalistas han advertido de que tienen «prisa» y han afeado al partido de Carles Puigdemont que no lo esté poniendo fácil en la negociación.

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Además de una estrategia compartida para ejercer la autodeterrminación, que a su juicio no pasa por «caer en la trampa» de la mesa de diálogo con el Gobierno central, la CUP reclama una estrategia social para avanzar en el modelo público y cambios en los Mossos, que deberían incluir la disolución de las unidades antidisturbios. Además, exigen que la Generalitat deje de personarse como acusación en casos de defensa de funcionarios y que afecten a manifestantes independentistas.