Cumbres iberoamericanas: del abrazo a Fidel Castro al «por qué no te callas»

La clave para evaluar el éxito o fracaso de la cumbre en Santo Domingo se medirá por el número de mandatarios que viajen hasta la isla caribeña. Además de Felipe VI y Pedro Sánchez, han confirmado su presencia el presidente de Chile, Gabriel Boric, y el de Argentina, Antonio Fernández. Sin embargo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha declinado la invitación, lo que supone un golpe mucho más duro para la organización que las previsibles ausencias de Cuba, Venezuela o Nicaragua. Para rematar la faena, el brasileño Lula da Silva estará por estas fechas de visita en Pekín, la capital del gigante chino que condiciona las relaciones geopolíticas.

Pese a su manifiesto y autorreconocido declive, las cumbres iberoamericanas han sido protagonistas de momentos de relevancia internacional y trascendencia mediática. Estos son algunos de sus hitos y anécdotas.

Las cumbres iberoamericanas nacieron gracias al impulso del presidente español Felipe González y del mexicano Carlos Salinas de Gortari. El rey Juan Carlos se implicó al máximo en una iniciativa que, en parte gracias a su carisma personal, reunió de forma anual durante la década de los 90 a todos y cada uno de los líderes latinos..

La primera visita de un rey de España a Cuba, la antigua colonia y joya de la corona durante cuatro siglos, se produjo con motivo de una cumbre iberoamericana en La Habana. Acudieron tanto Juan Carlos I como el entonces presidente, José María Aznar. El trato por parte de Fidel Castro fue muy diferente hacia uno y otro. El líder comunista ninguneó a Aznar mientras agasajó al Rey, con el que a lo largo de las anteriores cumbres había tejido una especial complicidad. Castro, ya fallecido, y Juan Carlos I siguen siendo a día de hoy los dos mandatarios con más participaciones en las cumbres iberoamericanas.

La relación entre España y Cuba explotó después de que en la cumbre de Panamá Fidel Castro se negase a firmar la condena presentada por Aznar contra ETA como organización terrorista. El líder cubano exigió que se reconociese a su vez los intentos por acabar con su vida. Castro ya no acudió a ningún otro cónclave iberoamericano.

El rifirrafe entre el monarca y Hugo Chávez en Santiago de Chile quedó marcado para la historia por el «por qué no te callas» que Juan Carlos de Borbón espetó al presidente venezolano cuando éste, sin el turno de palabra, llamaba golpista al expresidente Aznar. José Luis Rodríguez Zapatero pidió calma al monarca y después defendió a Aznar, pese a remarcar sus «diferencias ideológicas» con su antecesor.

El rey emérito Más concretamente en Cádiz, ciudad elegida para la cita con motivo del segundo bicentenario de la Constitución de 1812, 'la Pepa'. «Tengo algunas dificultades de mecánica que han vuelto a aparecer estos últimos días y que me van a obligar, siguiendo el consejo médico, a interrumpir mi agenda oficial para pasar por el taller», reveló el entonces jefe del Estado ante los líderes iberoamericanos. Uno de ellos, el boliviano Evo Morales, canceló su encuentro bilateral con Mariano Rajoy por una lesión que se produjo jugando al fútbol en el gaditano estadio Ramón de Carranza.

La última cumbre iberoamericana se celebró en Andorra de forma telemática a causa del coronavirus. En 2023 este proyecto nacido hace 32 años trata de renovarse pese a las ausencias y el desinterés manifiesto de potencias regionales como Brasil o México.