Cospedal abandona la Ejecutiva del PP tras conocerse los audios con Villarejo

La que fuera número del PP con Mariano Rajoy ha acudido este lunes a la madrileña sede de Génova para hablar con el presidente del partido, Pablo Casado, y la decisión ha sido «de mutuo acuerdo». Según ha explicado en un comunicado Cospedal la decisión está motivada «ante los múltiples ataques» recibidos por sus tratos con el excomisario, en prisión desde hace un año, «y para evitar que esos ataques se hagan extensivos» al partido deja el comité ejecutivo nacional, un órgano directivo del que forman parte en torno a un centenar de dirigentes, entre ellos los barones autonómicos, designados por el presidente del partido.

Cospedal señala en su nota que no ha mentido «nunca» sobre sus relaciones con Villarejo y tampoco ha negado que se reuniera con él. Lo hizo, apunta, «pensando» que era su «obligación» como secretaria general para «tener toda la información posible acerca de los hechos que pudiera perjudicar a mi formación». La exsecretaria general mantuvo esos contactos, según las grabaciones, en julio de 2009 en el despacho de ella en la sede nacional del PP de la calle Génova de Madrid y en presencia de su marido, Ignacio López del Hierro, que llevaba la voz cantante en las conversaciones por su vieja amistad con el exmando policial.

Cospedal sostiene que «las manipulaciones» que se están haciendo de esas grabaciones persiguen ofrecer «una imagen distorsionada de la realidad», con la filtración de «extractos editados» de las conversaciones con la finalidad de «perjudicar y dañar» su imagen, un daño, afirma, que no quiere que «se extienda al PP».

En las grabaciones se recoge que la exsecretaria general de los populares y su marido negocian con Villarejo que efectúe «trabajo puntuales» y pagados para el PP acerca de la investigación judicial del caso Gürtel, en aquellos momentos, hace nueve años, en su fase inicial, pero que ya habían sacado a la luz el papel del extesorero del partido, Luis Bárcenas. También se habla de elaborar un informe sobre Arenas y una fundación en la que participaba con otros miembros del PP, con la que, según lo filtrado, haría negocios.

Con Cospedal fuera del máximo órgano de dirección del PP, los conservadores han aprovechado para pedir a Pedro Sánchez que, «con la misma rapidez», Dolores Delgado abandone el Consejo de Ministros. «Creo que hay que aplicar a todos el mismo rasero», ha señalado García, que ha retado además al presidente del Gobierno y a Pablo Iglesias a tener «la osadía» de denunciar las grabaciones de Villarejo mientras la ministra de Justicia sigue en el cargo. «No aceptaremos lecciones de nadie», ha remachado.

Cospedal ha recibido un tibio apoyo del líder del partido, que declaró el pasado jueves que su único compromiso era «con los afiliados» del partido, y advirtió que no estaba dispuesto a soportar los comportamientos «no ejemplares». Otros dirigentes del partido hicieron declaraciones en similares términos, y dejaron en evidencia la delicada situación interna de Cospedal, a pesar de haber sido un elemento fundamental para que Pablo Casado se hiciera con el mando en el PP en el congreso de julio pasado. En aquel cónclave, los compromisarios que secundaron a Cospedal en la primera vuelta se volcaron en apoyo de Casado en la segunda. Un respaldo que el presidente del PP agradeció y colocó a varias figuras afines a la exsecretaria general en la dirección del partido.