La conquista de la discordia

La petición para que el Reino de España expresase «de manera pública y oficial el reconocimiento de los agravios causados» durante la reconquista y que ambos países acordasen y redactasen «un relato compartido» no obtuvo contestación por parte de La Zarzuela y entonces fue el Gobierno el que se encargó de responder al mandatario norteamericano a través de un comunicado en el que rechazó «con toda firmeza» las acusaciones. «Nuestros pueblos hermanos han sabido siempre leer nuestro pasado compartido sin ira y con una perspectiva constructiva, como pueblos libres, con una herencia común y una proyección extraordinaria», afirmó el Ejecutivo.

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Pese a que no se produjo una ruptura oficial, la respuesta no satisfizo a López Obrador y las relaciones al más alto nivel se enfriaron desde ese momento. En 2021, coincidiendo con los 200 años de la independencia de México, el Papa sí pidió perdón por los «pecados» de la Iglesia católica en México, lo que reanimó los requerimientos del Gobierno mexicano para que España hiciera lo propio. La ausencia del Estado español en estos actos ya ilustró el momento en el que se encontraban las relaciones entre ambas naciones, a lo que hubo que sumar unos comentarios del expresidente popular José María Aznar ridiculizando al dirigente mexicano que contribuyeron a echar más leña al fuego.

Tras estos desencuentros, AMLO propuso una «pausa» en las relaciones diplomáticas en 2022 para pasar página a una etapa en la que, a su juicio, autoridades y empresas españolas se han aprovechado de la nación mexicana. «A lo mejor cuando cambie el Gobierno (el mexicano) ya se restablecen las relaciones», explicó haciendo referencia a que España veía a México como «una tierra de conquista». «Queremos tener buenas relaciones, pero no queremos que nos roben», aseguró. Meses después volvió a insistir que la «pausa» continuaba al considerar que no hay «respeto» por parte de España.