Teresa Peramato, en la oficina de la Fiscalía de Violencia de Género en Madrid. Virginia Carrasco

Teresa Peramato

Fiscal de Sala de Violencia sobre la Mujer
«Comprendo el dolor y la rabia de las víctimas afectadas por las revisiones de penas»

A la espera de conocer las sentencias del Tribunal Supremo que avalan la reducción de condenas por el 'solo sí es sí', esta jurista pide aplicar mejor los protocolos contra los feminicidios

Viernes, 9 de junio 2023, 00:41

Sobre la mesa de reuniones del despacho de Teresa Peramato, la fiscal de Sala de Violencia sobre la Mujer desde 2021, hay una de las mariposas rosas tejidas por la asociación de Itziar Prats, homenaje a Nerea y Martina, sus hijas asesinadas por el padre. ... Abogada y salmantina, desde hace dos décadas se dedica a luchar en las dependencias fiscales contra la violencia de género, «un instrumento que utiliza el maltratador para mantener la posición de dominio sobre la mujer y controlarla». Hace seis meses ocurrió una concentración de asesinatos de mujeres cometidos por sus parejas o ex, y ahora en mayo hubo otro repunte con siete.

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-Usted envió una carta a sus fiscales para que fueran más proactivos, ¿qué ocurría?

-En diciembre computamos por desgracia doce feminicidios consumados, lo que provocó una alarma y reuniones de crisis. Vimos que en el 42% de los casos hubo denuncias previas y que en la mayoría de las veces el procedimiento había funcionado: se habían acordado medidas de protección o había sentencia condenatoria ya ejecutada. Pero la mujer no puede estar siempre protegida desde el procedimiento penal. En cuanto a la carta, no había ninguna sospecha por la actuación de los fiscales ni de los jueces. Quizás no me expresé en condiciones.

-¿Pero sucedía que los fiscales no pedían órdenes de protección si la mujer las rechazaba?

-Aunque las víctimas no quieran denunciar, el delito es perseguible de oficio y es una actuación del fiscal cuando ve indicios de delito y una situación objetiva de riesgo. Yo les decía a los fiscales que lo que venimos haciendo lo tenemos que hacer con mayor contundencia, y pedir la valoración integral forense en caso de dudas. Pero no tenemos unidades de evaluación integral forense en todos los partidos judiciales que nos auxilien durante la guardias. Ni siquiera tenemos muchas veces médicos forenses adscritos en ese momento. Tenemos un protocolo forense de valoración de riesgo que no se está aplicando.

-¿La situación ha mejorado desde entonces?

-No tenemos datos de las peticiones de la Fiscalía. Tenemos un problema en España con relación a los datos. Yo no puedo saber cuántas órdenes de protección ha pedido el fiscal, ni cuántas con la víctimas ni cuántas aunque la víctima no lo pida. No hay un registro que lo compute, ni el del Consejo General del Poder Judicial ni los nuestros, que son dispersos.

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Ley del 'solo sí es sí'

«No perseguía un efecto punitivista»

-Con la nueva concentración de casos. ¿Volverá a activarse un gabinete de crisis?

-No hemos dejado en ningún momento de actuar haya un feminicidio o doce. Para esta unidad coordinadora, desde el primer momento que ocurre, tenemos el atestado, lo analizamos, revisamos el escrito de acusación, aportamos sugerencias. No tenemos una bola de cristal. Fallaremos, y cuando lo hagamos tenemos que saber dónde está el error, para no volverlo a cometer.

-¿Se han vuelto a reunir?

-En relación a los feminicidios, hemos hecho dos reuniones (desde enero) para comparar datos. Pero las medidas para erradicar el feminicidio salen de una labor diaria. No se puede relegar todo a una reunión de cada cuatro meses. Es un día a día.

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Decisiones del Supremo

Para frenar la violencia contra la mujer «queda camino por hacer, pero se ha avanzado muchísimo», dice Peramato, con medidas como las fiscalías y juzgados especializados, las redes de apoyo, las leyes integrales de 2004 y 2021, conocida como 'ley del sólo sí es sí', o las enmiendas del Supremo a tribunales inferiores. «Desde 2017 el Tribunal Supremo incorpora la perspectiva de género y de la infancia de manera muy efectiva, con un gran esfuerzo para avanzar en el derecho a la reparación de las víctimas», mantiene Peramato. «No se trata de dictar sólo una condena y este tribunal ha avanzado mucho en cómo se tienen que evaluar los daños morales, que siempre los hay en casos de violencia de género y sexual».

Sin embargo, el Supremo validó las rebajas de penas ocasionadas por la 'ley del sólo sí es sí' esta semana. Peramato prefiere no comentar esta decisión de confirmar el criterio de las Audiencias Provinciales, al no conocer los argumentos ni detalles. El alto tribunal adelantó su resolución este jueves -después de realizar esta entrevista-, pero no ha publicado aún las sentencias. Ella esperaba, sí, que «muchas revisiones» fueran «rectificadas», cosa que no ocurrió.

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-Con la 'ley del sí es sí' se adelantó la liberación de agresores.

-Ha tenido efectos indeseados. Hay criterios claros del fiscal general en los que la rebaja de penas es obligatoria. Por ejemplo, si se ha modificado la máxima. En otras revisiones no estuvimos de acuerdo y planteamos recursos.

Violencia vicaria

«Se me ponen los pelos como escarpias solo de pensar que un hombre pueda asesinar a sus propios hijos para matar en vida a una mujer»

-¿Qué hace la Fiscalía en las acusaciones posteriores a esa ley y su reforma?

-Hay que analizar cuál es la pena más favorable para acusar conforme al Código Penal vigente. En muchas ocasiones son prácticamente idénticas las penas que se pueden solicitar. Pero la ley no perseguía un efecto punitivista.

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-¿Las rebajas de penas opacaron los demás aspectos de la ley?

-Comprendo el dolor y la rabia de las víctimas afectadas por las revisiones de penas y respeto absolutamente las sensaciones que hayan podido tener. Las rebajas a veces han supuesto un par de meses o seis menos, y muchos estarían ya en libertad. Pero la sociedad reacciona así. Esos efectos indeseados han provocado una reforma, que quizás tuvo que hacerse antes. Ahora tenemos otra legislación y tenemos que valorar tres ordenamientos para evaluar cuál es el más favorable.

-¿Cuál es el peor rostro de la violencia de género que ha visto?

-Sin descender al caso, no debo hacerlo, hemos visto procedimientos de violencia habitual sostenida en el tiempo durante muchísimos años con actos crueles, absolutamente degradantes, que han hundido y destrozado a las mujeres, muchas veces irrecuperables. Y, ¡por dios!, la violencia vicaria extrema. Se me ponen los pelos como escarpias sólo de pensar que un hombre pueda asesinar a sus propios hijos para matar en vida a una mujer. Matar a sus hijos es la forma más cruel e inaceptable de acabar con una persona.

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