El Gobierno estudiará acciones legales ante la delegación de voto de Comín

En una rueda de prensa en Moncloa junto al primer ministro turco, Binali Yildirim, Rajoy ha pedido que se recupere la «cordura» y la normalidad «política y social» en Cataluña con la investidura de un presidente que esté «habilitado para gobernar».

Junts per Catalunya se ha fijado como objetivo aprobar la reforma de la ley que permita la investidura a distancia de Carles Puigdemont en el pleno del 3 de mayo. Esa es la intención de JxCat, que cuenta con el apoyo de Esquerra y la CUP. Si la reforma legal fuera aprobada, Puigdemont ya podría ser elegido como presidente de la Generalitat. Podría ocurrir incluso en el mismo pleno del 3 de mayo, si JxCat y ERC tratan de esquivar la impugnación del cambio legal al Constitucional. Fuentes parlamentarias han apuntado, no obstante, que todo depende de cuándo esté listo el dictamen encargado al consejo de garantías estatutarias y que si no es posible el 3 de mayo, podría ser días después.

El texto que los secesionistas quieren aprobar dice: «En caso de ausencia o enfermedad del candidato, el pleno puede autorizar que el debate de investidura se celebre sin la presencia o sin la intervención del candidato que puede presentar el programa y solicitar la confianza de la Cámara por escrito o cualquier otro medio previsto en el reglamento». Además, JxCat pretende que el Gobierno pueda celebrar las reuniones de su consejo ejecutivo por videoconferencia sin que sus miembros estén in situ en el Palau de la Generalitat.

Por eso, en la línea de ir abonando el terreno para facilitar la investidura, la mesa de la Cámara ha aprobado esta mañana la delegación de voto solicitada por el exconsejero de Salud, Antoni Comín. En principio, Comín ya podría votar mañana en el pleno del Parlamento, aunque Cs presentará una reconsideración a lo largo de la tarde.