De los Cobos admite que el Gobierno de Rajoy se dejó «engañar» por los Mossos el 1-O

El mando de la Guardia Civil -durante un tenso interrogatorio con Olga Tubau, abogada de Trapero- ha culpado básicamente al major de la policía catalana y a su número 2, el comisario Ferrán López, de haber «engañado» a los responsables de seguridad del Gobierno de Mariano Rajoy. «López, hasta el 30 de septiembre, me dijo: 'Estate tranquilo. Vamos a cerrar muchos colegios, igual no la totalidad, pero muchos'», ha rememorado el coronel, que no ha aclarado cómo los servicios de información o los servicios secretos del Estado no previeron que el cuerpo autonómico no iba a hacer nada para abortar la votación.

No fue ese el único ardid con el que los Mossos pretendieron engañar al Ministerio del Interior que dirigía Juan Ignacio Zoido, según el coronel. La policía catalana también hizo el «ofrecimiento envenenado» a las fuerzas de seguridad del Estado de estar presentes en el centro de coordinación contra el 1-O junto a los Mossos, cuando en realidad lo que se perseguía con esa maniobra era pretender demostrar que el Gobierno central avalaba el inexistente despliegue del cuerpo autonómico.

«¿Por qué creyó a López?», le ha preguntado Tubau, que le ha recordado que él mismo declaró ayer lunes que Trapero se alineaba con los planteamientos del Govern de permitir la votación. «Es verdad que desde hace tiempo albergábamos dudas (sobre la voluntad de los Mossos el 1-O) por las declaraciones del consejero Joaquim Forn y la actitud del propio Trapero. El major se mostraba renuente a todo lo que fuera arbitrar mecanismos para impedir el referéndum. Pero aun así, pensamos que íbamos a encontrar una cierta actuación de los Mossos, quizás no tan firme como hubiéramos deseado, quizás sin poner toda la carne en el asador... pero no pensamos que iban a tener una inacción generalizada como ocurrió», ha confesado el mando de Interior.

«Siempre pensamos que era mejor ir de la mano de los Mossos aunque fueran al 50% de sus posibilidades que romper la baraja. Nos equivocamos», ha admitido el coronel en éste su segundo día de declaración en la sede judicial de San Fernando de Henares.

El testigo, que como el lunes ha seguido con sus embestidas constantes con Trapero, ha argumentado que la inacción de los Mossos fue la «peor de las hipótesis posibles» y que llevó a las fuerzas de seguridad del Estado poco menos que al disparadero por tener que actuar solas. Ha explicado que la no actuación del cuerpo autonómico empeoró mucho la situación porque provocó que se rompiera la «imagen de fortaleza» contra el referéndum e hizo que la «ciudadanía» tuviera una «actitud mucho más virulenta» aquel domingo contra la Policía Nacional y la Guardia Civil.

«Ante la gravedad de la situación y el mandato judicial, las fuerzas de seguridad del Estado no podía unirse a la inacción porque hubiera sido tanto como certificar que la ilegalidad imperaba en Cataluña», ha apuntado el testigo. «Actuamos sabiendo que iba a ser difícil y duro y que no se iba a conseguir el objetivo último, pero era una situación extrema»; ha explicado al tiempo que responsabilizaba a la cúpula de los Mossos de haber coadyuvado a que el ambiente contra los agentes del Ministerio del Interior fuera todavía peor el 1-O.