Secciones
Servicios
Destacamos
Los 19 'supervivientes' del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) siguen sin dar crédito. En la sede de la Calle del Marqués de la Ensenada daban por seguro que esta vez era la buena y que después de cuatro años populares y socialistas iban a ... ponerse de acuerdo. Nadie imaginaba, como al final ha ocurrido, que el órdago de Carlos Lesmes el pasado 10 de octubre renunciando a la presidencia en vísperas de la Fiesta Nacional para presionar y conseguir la renovación, iba a quedar en nada. «Ya solo nos queda dimitir en bloque», afirmaban desde el Poder Judicial este viernes por la mañana.
El ambiente en el consejo era una mezcla de cabreo, decepción, enfado y miedo. Temor a que la situación enquistada derive en un «colapso total» del sistema de judicial antes de verano, según llegaban a afirmar algunos de los vocales, que alertaban de que el bloqueo va a crear «verdaderos cuellos de botella», ya que muchas de las 64 plazas vacantes que van seguir sin cubrirse son de puestos claves.( 29 plazas en tribunales superiores, entre ellos 7 presidencias; la jefatura de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional; 20 presidencias de salas en audiencias provinciales; y 14 magistrados en el Tribunal Supremo).
Y es que en el CGPJ, tras el mazazo de la noche del jueves, consideran «muy difícil» que haya un acuerdo de renovación antes de las elecciones locales y autonómicas de mayo de 2023. Es más, con un año electoral del calibre del que se aproxima y con comicios generales a finales de 2023, son muchos los vocales que temen que la situación pueda enquistarse hasta inicios de 2024, un panorama que sería «apocalíptico», en palabras de uno de los progresistas del consejo.
Crisis en el Poder Judicial
«Se ha desperdiciado una oportunidad de oro que quizás no vuelva en mucho tiempo», apunta otro vocal de los de 'reconocido prestigio', que insiste en la preocupación por el hecho de que la dimisión de Lesmes al final no haya servido para nada.
Era tal el convencimiento en el CGPJ de que el acuerdo entre PSOE y PP iba a quedar fraguado este puente de Todos los Santos que el propio presidente en funciones, Rafael Mozo, ya estaba buscando un hueco en la agenda para convocar un pleno extraordinario en la primera quincena de noviembre para nombrar a los dos magistrados del Tribunal Constitucional que les tocan. Los contactos en los últimos días habían confirmado que los ocho vocales conservadores que están ejerciendo como minoría de bloqueo para el nombramiento de los nuevos miembros del Constitucional iban a cejar en su negativa una vez hubiera un pacto para la renovación del Poder Judicial.
Por ahora, y visto el poco efecto de la maniobra de Lesmes, Mozo no se plantea dimitir, aunque no lo descarta, según reveló en una entrevista en la Cadena Ser. «Por encima de todo está el cumplimiento de la Constitución y que la ley se cumpla. Tenemos limitadas nuestras competencias y no es normal que estemos aquí así», se lamentó el presidente.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.