Vítores a la Policía y pícnic en Sants

Desde primera hora decenas de CDR se esmeraron en cortar las principales vías de acceso por carretera a Barcelona para evitar la llegada a la ciudad de los ciudadanos que pretendían participar en la marcha. Durante varios momentos de la mañana, los radicales consiguieron mantener cerradas la AP-7 y la A-2, lo que ya provocó algún encontronazo en plena autovía con constitucionalistas.

Los comités, a través de sus canales, también intentaron convocar a sus acólitos para reventar directamente la manifestación anti independentista. La cita fue en la antigua cárcel Modelo pero los CDR, al ver que solo habían conseguido reunir a unos centenares de seguidores, decidieron abortar el plan y celebrar uno de sus 'pícnics por la república', o sea una protesta improvisada, en la Estación de Sants, a la que ni siquiera pudieron acceder.

Pero ahí no acabó el peligro porque el riesgo de incidentes continuó. La decisión de más de medio millar de constitucionalistas de marcharse de la manifestación para homenajear a los policías de la Jefatura Superior de la vía Laietana supuso un nuevo reto de seguridad para los Mossos. Hubo regalos a los agentes del CNP en forma de gominolas y banderas españolas, selfies, apretones de manos y cánticos de «Ésta es nuestra policía».

La actitud de los constitucionalistas, obviamente, fue en todo momento pacífica en Laietana. Lo que preocupó a los Mossos es que a escasos metros de allí, en la Plaza de Sant Jaume, se habían congregados varias decenas de CDR procedentes del 'pícnic' de Sants. Y hasta allí se marcharon también un puñado de varios radicales españolistas, algunos con banderas preconstitucionales. La sangre no llegó al río porque un doble cordón de agentes de la Brimo (antidisturbios de los Mossos) se interpuso entre ambos bandos durante un buen rato.