Casado prepara la hoja de ruta para el rearme ideológico del PP

El objetivo es ensanchar la base electoral tras la defenestración de Ciudadanos, ya sin representación en la Asamblea de Madrid y hundido desde la moción de censura fallida en Murcia, y recuperar el espacio ganado por Vox desde las generales de abril de 2019, que aumentó en la repetición electoral del 10 de noviembre del mismo año. «Recuperar la Moncloa pasa por refundar el centroderecha», reconocía el portavoz nacional del PP y alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, durante la campaña madrileña.

Hasta otoño, Casado ha programado 25 mesas de diálogo que contribuyan a fijar las líneas maestras de acción del partido, centradas en asuntos de actualidad y nuevos desafíos. Estas estarán protagonizadas por expertos, miembros de la sociedad civil y cargos de la formación. Por lo pronto, ya se han celebrado cinco -sanidad, populismo, Europa, fondos europeos, víctimas del terrorismo-, el resto lo harán durante los próximos meses.

El PP también trabajará en un documento político estratégico «como convocatoria abierta a los españoles, incorporando a representantes de la sociedad civil, distintos sectores y captando talento dentro y fuera del PP», según afirmó el propio Casado ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP.

Martínez-Almeida cree, sin embargo, que a los españoles les interesa adelantar las elecciones generales. «Tenemos el peor gobierno en el peor momento», afirmó este domingo en una entrevista publicada en 'ABC'. El portavoz nacional del PP considera que la situación económica en España «no se puede pudrir hasta el punto de que Pedro Sánchez prefiera ser presidente del Gobierno al futuro de España».

Los populares celebraron su última Convención Nacional en enero de 2019, en el recinto ferial de IFEMA de Madrid, bajo el lema 'España en libertad'. Un acto que contó con la asistencia de los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy.

En aquella etapa, el partido estaba en sus horas más bajas, con Ciudadanos al acecho, tal y como recogían casi todas las encuestas. De hecho, en las generales de abril de ese año el PP cosechó su peor resultado histórico, con solo 66 diputados, nueve más que el partido entonces liderado por Albert Rivera.