Un año de cárcel para dos concejales del PSC por expulsar policías de hoteles el 1-O

El relato del Ministerio Público, reconocido por los dos procesados que han aceptado la pena de cárcel y de inhabilitación, señala que se presentaron en un hotel, donde estaban alojados los policías nacionales, para «conminar» a la dirección a «expulsar» a los agentes del establecimiento. Con un apoyo «amedrentador», emplazaron a desalojar a los policías, bajo amenaza de cerrar el hotel. Los agentes estaban en dos hoteles. La orden de expulsión se la reiteraron al director de la cadena, después de que el gerente de uno de los dos hoteles le pusiera al teléfono con los tres acusados.

«Hay que echar a esos clientes sí o sí», afirmaron. Si no, amenazaron con «cerrar el hotel al día siguiente» y durante los próximos «cinco años«. Eran los días posteriores al referéndum, y a las puertas del hotel y en las calles de la ciudad, la tensión fue muy fuerte. La ciudadanía protestaba contra la presencia en la localidad de la Policía Nacional que había actuado en el operativo para impedir el 1-O, en el que se registraron cargas contra los votantes, que se saldaron con mil heridos leves. Mientras los vecinos se manifestaban a las puertas de los dos hoteles, en el interior, los agentes gritaban que les dejaran salir y pudieran actuar. La tensión fue muy grande. Los Mossos tuvieron que intervenir para evitar el enfrentamiento directo entre los agentes y los manifestantes nacionalistas

El director de la cadena se negó en un primer momento a hacer caso a los responsables municipales. Antes tenía que hablar con mandos policiales. La respuesta que obtuvo de los concejales del consistorio fue que allí mandaban ellos y que harían lo que fuera para cerrarle los hoteles. El director de la cadena escribió una carta donde justificó la expulsión de los agentes. Decía que había recibido amenazas. El consistorio alegó que la presencia de los agentes ponía en riesgo la «convivencia» en la localidad. La mayoría de los agentes se marcharon entre el 3 y el 5 de octubre, que es cuando acababa el contrato suscrito con Interior. En Pineda de Mar se alejaron unos 500 agentes. Eran lo que debían alojarse en un barco que debía atracar en el puerto de Palamós (Girona), pero el Govern no dio la autorización. La mayoría de los policías se hospedaron en el barco (con la imagen de Piolín) en el puerto de Barcelona.